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El PP cierra el Congreso con otra dosis de ETA

PNV, IU, ERC, EA y NaBai exigen aclarar 'los puntos oscuros' en la detención del etarra Portu

GONZALO LÓPEZ ALBA

Cuando ya habían tomado el camino de los vestuarios, sus Señorías regresaron al césped parlamentario para, en tiempo de descuento, repetir la foto fija de la legislatura: con el terreno embarrado por el terrorismo, el PP marró por quinta vez el penalti frente a la portería bajo la que se agruparon todos los demás partidos. Para que la instantánea no saliera movida, no faltó la bronca con el árbitro ni el amago del equipo azul de abandonar el terreno de juego.

El PP, como narró Gaspar Llamazares desde la posición de comentarista, aprovechó el último día hábil antes de la convocatoria oficial de las elecciones -el lunes- para, en la Diputación Permanente del Congreso, inocular 'una dosis de recuerdo electoral' sobre el que, hasta la pájara económica, ha sido su monotema de oposición.

El nueve conservador, Eduardo Zaplana, fue tan previsible que disparó por el mismo lado que en los cuatro ensayos anteriores. Si, como todos sabían que iba a ocurrir, el Grupo Socialista rechazaba su petición para proceder por acuerdo parlamentario a la inmediata ilegalización de ANV y el PCTV, la causa no podía ser otra: 'Su negativa sólo se puede entender porque quieran mantener así la puerta abierta a la negociación con ETA en el futuro'. Fue previsible hasta en la pretensión de convencer de que 'no hemos sido nosotros, sino ustedes, los que han intentado utilizar el terrorismo como arma electoral'.


El PSOE recibe apoyo cruzado

Tan despectivo fue Zaplana en la ignorancia del resto de los grupos que éstos no sólo se alinearon con los socialistas por convicción sino también por rechazo, con tal contundencia que el portero del equipo rojo, Diego López Garrido, apenas tuvo que estirarse y se adornó con una palomita: 'Esta es una cuestión legal y produce tristeza ver cómo desprecian el Estado de derecho. ¿Quieren decirnos que los tribunales están en una conspiración electoral?'.

Minutos antes, en la última jugada de campo, los dos grandes achicaron espacios a los pequeños, con CiU intentando entrar en la liguilla final. PSOE y PP coincidieron en cerrar el paso a la pretensión de provocar una comparecencia extraordinaria del ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, a cuenta de los presuntos malos tratos al etarra Igor Portu.


PNV, IU, ERC, EA y NaBai coincidieron, con distinta intensidad, en la existencia de 'puntos oscuros' en torno a la detención y en la conveniencia de una investigación interna o independiente. CiU optó por abstenerse, mientras que el PP justificó su coincidencia con el PSOE en que 'no estamos dispuestos a secundar el linchamiento de ningún agente policial cualquiera que hayan sido nuestras discrepancias en el Gobierno en la lucha antiterrorista'.

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