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¿Cuál fue la primera ciudad en proclamar la II República?

Un error en las comunicaciones hizo que Eibar fuera el primer municipio de España en saludar al nuevo régimen a las 6.00 horas del 14 de abril de 1931. Aquella acta de proclamación, durante la dictadura, estuvo oculta tras un soporte que sirvió para exhibir simbología franquista.

Los bomberos cambian el nombre a la plaza de Eibar
Los bomberos cambian el nombre a la plaza de Eibar. Archivo Municipal de Eibar

Las elecciones de aquel 12 de abril de 1931 no solo iban a decidir el nuevo Gobierno en España. El llamado a las urnas, tras la dictadura de Primo de Rivera aceptada por Alfonso XIII, se convirtió en un verdadero plebiscito entre monarquía y república. El enfrentamiento estaba claro: la coalición republicano-socialista se medía a los grandes partidos monárquicos y tradicionales. Un día después, los rumores empezaron a predecir lo que para muchos era el destino inexorable para España. En las grandes ciudades ya se comentaba que las opciones republicanas habían ganado la batalla democrática. La ciudad guipuzcoana de Eibar, adelantándose a la oficialidad estatal del resultado, fue el primer lugar en el que se proclamó la Segunda República Española.

"El lunes 13 de abril, en el Círculo Republicano de San Sebastián se juntaron los principales impulsores de la República en la zona y decidieron mandar a los pueblos de la provincia emisarios para ver si era posible, en las próximas horas, la proclamación republicana", relata Jesús Gutiérrez, historiador especializado en dicha época. Así, el enviado Joaquín Berasaluce llegó a Eibar a las 3.00 horas de la madrugada del día 13 al 14 de abril.

Aquella noche llegaron a reunirse 18 de los 19 concejales que formaban parte del Consistorio. Una decena de ellos eran socialistas, los restantes republicanos, y el único al que no acudió Berasaluce, del PNV. "Todo fue muy rápido, porque a las 6.00 horas de la mañana ya habían redactado el acta de proclamación de la República y media hora después el pueblo lo estaba celebrando en la calle", añade Gutiérrez, también autor de "La insurrección de octubre del 34 y la II República en Eibar" (2001). El fervor duró poco, concretamente lo que tardaron en llegar a las ocho de la mañana los primeros trenes desde Bilbao y San Sebastián. "Cogieron los periódicos para ver cómo lo habían hecho en otras ciudades de España, pero no encontraron nada. Solo ellos habían proclamado la República", aduce el historiador.

De "preparar" a "proclamar" la República

Entonces, ¿qué ocurrió exactamente? Aunque existen varias versiones al respecto, la historiografía oficial acepta como la más válida un pequeño error que terminó desencadenando los sucesos posteriores. Según Gutiérrez, la diferencia estaría en las palabras pronunciadas desde el Centro Republicano de San Sebastián cuando, desde Eibar, les llamaron: "Aunque les dijeron que fueran preparando la república, parece que entendieron proclamando, y así lo hicieron".

En las grandes ciudades, miles de personas se echaron a las calles cuando todavía los resultados no eran definitivos

Tal fue la impresión que causó esta proclamación acelerada que llegó a Emilio Mola, en aquel momento al frente de la Dirección General de Seguridad. "Decidió no sacar las fuerzas a la calle porque sería un baño de sangre y prefirió esperar unas horas a ver qué ocurría", dice el experto. Eibar, que contaba con 13.500 habitantes, contenía el aliento y guardaba los instrumentos de música por unas horas. Ya por la tarde, en las grandes ciudades miles de personas se echaron a las calles cuando todavía los resultados de las elecciones no eran definitivos. No hacía falta: en las capitales de provincia, allí donde apenas existía el voto cautivo que predominaba en otras regiones bajo el yugo caciquil, habían ganado los progresistas.

A las 17.00 horas del 14 de abril, conscientes de lo que estaba pasando en otras regiones, el pueblo eibarrés volvió a las calles. Ahora sí, se escenificó la proclamación del nuevo régimen en España con el cambio de nombre a la plaza central del municipio: de llamarse Alfonso XIII, se pasó a llamar de la República. El cambio fue culminado por los bomberos, que con su gran escalera sustituyeron la placa que indicaba el nombre de la plaza.

"La gente se echó a la calle para celebrarlo. Había bandas de música y alegría por todas partes. Recordemos que en aquel momento la República significaba dejar atrás una monarquía casi absolutista. No solo se trataba de un cambio de partido político en el Gobierno, como podríamos pensar ahora, sino una esperanza de vida que fraguaba en las clases populares para las que se abría la posibilidad de adquirir unos derechos hasta ese momento vetados para ellas", reflexiona Gutiérrez.

Eibar consigue ser ciudad

Eibar siempre fue consciente de que había sido el primer lugar en el que se proclamó la Segunda República que tanto fervor levantó. De hecho, en la antigua Gaceta de Madrid, el actual BOE, se hizo una mención a la rebelión de Jaca de 1930 y a Galán y Hernández, los dos militares que se sublevaron contra la monarquía. Junto a ella, otra mención para Eibar, a quien le conceden el título de ciudad en reconocimiento a su apuesta tan decidida por la llegada de la República.

"En los primeros días de junio de 1931, personajes como Indalecio Prieto, Marcelino Domingo, quien llegaría a ser ministro de Educación, Miguel de Unamuno a su vuelta del exilio en Fuerteventura y Queipo de Llano, por entonces uno de los militares más proclives a la República, escenificaron este homenaje", relata el mismo Gutiérrez.

La ilusión, como en toda España, se truncó a partir del 18 de julio de 1936 con el alzamiento militar. Eibar estuvo siete meses convertida en frente de guerra, desde septiembre de ese año hasta abril de 1937. Los 34 ataques aéreos que sufrió la ciudad la destruyeron, sobre todo los del 24 y 25 de abril, en los que participó aviación nazi de Alemania y fascista de Italia. Los sublevados tomaron Eibar el 26 de abril de 1937, el mismo día del bombardeo de Gernika.

El acta, conservada en la parte oculta del franquismo

"Nada más conquistar la ciudad, los carlistas eibarreses que entran en la primera formación franquista propusieron la vuelta a la denominación de villa, en lugar de ciudad, por haber sido unos traidores a Franco", aduce el historiador. Eibar fue ciudad desde 1931 hasta 1937. Actualmente, lo sigue siendo, pues en 1982 recuperaron el título. Fue unos años antes, con la llegada de la democracia, cuando las autoridades encontraron el acta de proclamación de la República en 1931, hasta entonces escondida.

Tal y como comenta Gutiérrez, el acta estaba oculta en la parte trasera de un soporte que había servido para exhibir simbología franquista. Así fue cómo Eibar se adelantó al resto de España, consiguió ser ciudad, perder el título y volver a serlo décadas más tarde, no sin antes utilizar esa parte del régimen franquista escondida, oscura, contra la pared, para guardar con ahínco el acta que, a las 6.00 horas de la mañana del 14 de abril de 1931, confirmaba la primera proclamación de la Segunda República española.

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