El PSOE pedirá la comparecencia parlamentaria del ministro del Interior, Jorge Fernández, para que explique por qué los alcaldes del PP de pueblos de Málaga que ayer acosaron a la presidenta andaluza, Susana Díaz, sabían en qué hotel estaba alojada y a qué hora abandonaría el establecimiento.

El vicesecretario general del PSOE andaluz, Mario Jiménez, ha anunciado que su partido pedirá la comparecencia de Fernández Díaz en el Congreso y el Senado, al entender que los alcaldes que ayer abordaron a Díaz a la salida de su hotel contaban 'con información que no podían tener, porque solo la Subdelegación del Gobierno en Málaga tenía información de la hora en la que la presidenta iba a salir del hotel'.

En declaraciones a los periodistas en Bollullos Par del Condado (Huelva), donde ha asistido a un comité regional de Juventudes Socialistas de Andalucía, Jiménez ha asegurado que en el PSOE 'no queremos pensar que se le ha dado esa información a los alcaldes del PP para que hagan de camorristas a las puertas de un hotel'.

Díaz: 'No queremos pensar que se les ha dado esa información a los alcaldespara que hagan de camorristas Así, ha condenado 'la actuación de los alcaldes y altos dirigentes del PP, que ensuciaron el nombre de la ciudad de Málaga y el aniversario del Museo Picasso', además de recriminarles que utilizaron 'métodos de la kale borroka para plantarse ante la presidenta de la Junta'.

'Lo hicieron de la peor manera posible, usando la violencia y comprometiendo la seguridad de la presidenta de la Junta, y contando con información que no podían tener', ha concluido.

'Estamos ante el primer escrache hecho por altos dirigentes políticos' Por su parte, el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, de Izquierda unida, ha tachado la acción de los ediles conservadores de 'un acto de extrema derecha'y ha afirmado que ese comportamiento viene provocado por 'una deriva peligrosa y preocupante hacia la que va el PP'.

Valderas ha hecho estas declaraciones después de un acto en la Casa de la Cultura de Parla, acompañado del líder de IU en Madrid, Eddy Sánchez, y el coordinador local de IU, Jesús Saiz, para dar a conocer las propuestas de izquierdas dentro de la campaña 'Hay alternativa'. 

El vicepresidente de Andalucía ha opinado que el acto vivido ayer a la salida del hotel donde se hospedaba Susana Díaz en Málaga 'no tiene ningún sentido', ya que fue protagonizado por 'gente con responsabilidades institucionales importantes'.

'No hay que olvidar que no estamos hablando de una presión ciudadana, que normalmente uno sufre a veces de colectivos o sectores que tienen una situación muy difícil ante el desempleo. Estamos ante el primer escrache de altos dirigentes políticos, que hacen miembros del PP nada más y nada menos que a la presidenta de la Junta de Andalucía', ha denunciado.

El presidente del PP de Málaga y de la Diputación, Elías Bendodo, ha vuelto a negar este domingo que los alcaldes acosaran a la presidenta del Gobierno andaluz, Susana Díaz, y ha dejado claro que su única intención era trasladarle 'una serie de reivindicaciones justas', que, según ha subrayado, 'no pararemos de hacer hasta que la Junta reconozca y resuelva los impagos'.

'Ese es el motivo de toda nuestra acción política de estos días: reivindicar el pago de una deuda a los pequeños ayuntamientos --más de 16,7 millones de euros--', ha aclarado. Ante esto, ha lamentado que 'Díaz optara por negarse a dialogar y prefiriera encerrarse en el coche oficial'; de hecho, ha tachado de 'irresponsable' la actitud de la presidenta.

En este sentido, ha reiterado que 'en ningún momento la intención por parte de los 'populares' fue de acosar a la presidenta andaluza ni provocar ninguna situación comprometida'. 'Hubiera bastado con que Díaz hubiese cogido la carta que un grupo de alcaldes querían hacerle llegar ante los flagrantes incumplimientos que comete la Administración que dirige', ha apuntado.

Al respecto, Bendodo ha respaldado la labor que durante estos días han llevado a cabo los alcaldes y dirigentes del Partido Popular, 'poniendo voz a una situación muy injusta que tiene que acabar ya'.