La Púnica pagaba a cada alcalde entre 3.000 y 5.000 euros por cada vivienda protegida construida
El cerebro de la Púnica, David Marjaliza, detalla los sobornos, uno a uno en la Audiencia Nacional. Siempre entregaba dinero en metálico, oculto en sobres o en bolsas de supuestos regalo. Intermedió en favor de la multinacional Suez, que consiguió 250 millones en adjudicaciones irregulares sobre eficiencia energética.
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MADRID.- Uno a uno, como si fuera una letanía, el empresario David Marjaliza reveló ante la Audiencia Nacional la relación de los alcaldes que la trama Púnica sobornó durante una década, entre 1998 y 2008, a cambio de adjudicaciones de vivienda protegida y de contratos sobre eficiencia energética.
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Marjaliza relata el modus operandi ante el juez Eloy Velasco, en el sumario de la trama Púnica donde se investigan a 14 alcaldes, la mayoría del PP y de la Comunidad de Madrid.
"Normalmente siempre se pagaba a la adjudicación" a los políticos a lo que entregaban dinero a cambio de obtener proyectos de construcción, en especial de vivienda protegida.
"En esa época de ese país, en el 90 y mucho por ciento de la construcción" de vivienda protegida
Como norma general, según Marjaliza, si había adjudicaciones de vivienda protegida, la trama pagaba "paquetes" que podían ser en total de 200.000, de 300.000 o de 50.000 euros, casi siempre después de la adjudicación.
Era Marjaliza quien pagaba el soborno en metálico, dentro de un sobre o en bolsas de plumas Montblanc, que aparentaban un regalo
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Como los contratos de Cofely “era muy nuevo”, Marjaliza negociaba con cada alcalde el pago del soborno, a diferencia del negocio de la construcción de vivienda protegida cuyo precio “de 3.000, 4.000 ó 5.000 euros era institucionalizado”. El empresario optó por ofrecerles el 50% del dinero A que cobraba a Cofely, y se los pagaba en B.