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Rabia, dolor y cargas policiales en la manifestación de Lleida

Un grupo de jóvenes que sostenía una pancarta a favor de la República Catalana ha conseguido romper el cordón policial y han llegado a las puertas de la Subdelegación del Gobierno donde los Mossos han cargado contra ellos.

Manifestantes en Lleida se enfrentan a los Mossos.

Mónica Mombiela

Rabia, impotencia, dolor e indignación. Estas eran algunas de las palabras que salían de la boca y del corazón de algunas de las más de 4.000 personas que se han concentrado en Lleida ante la Subdelegación del Gobierno español en protesta por la detención de Carles Puigdemont hoy En Alemania.

Unas palabras que se han convertido en hechos puesto que lo que ha empezado como una concentración pacífica a las puertas del antiguo gobierno civil ha derivado en tangana multitudinaria entre concentrados y Mossos D'esquadra. Un grupo de manifestantes ha conseguido romper el cordón policial y avanzar hasta las puertas del edificio donde un grupo de antidisturbios de la policía catalana ha evitado que entraran.

La tensión se palpaba desde el inicio de la manifestación donde se podían escuchar consignas como "Puigdemont presidente", "libertad de los presos políticos" o "fuera, fuera, fuera la bandera española". Silbidos, pancartas como "España, nunca nos rendiremos" y los ánimos muy calientes han sido la tónica dominante durante todo el desarrollo de la concentración.

Los ánimos muy calientes han sido la tónica dominante durante todo el desarrollo de la concentración

La plaza de la Pau, lugar donde se encuentra la Subdelegación del Gobierno, se ha quedado pequeña ante el alud de personas que iban llegando desde todos los pueblos de la provincia para protestar contra la detención del expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont. Los participantes en la protesta, que en un principio no han provocado problemas de orden público, enarbolaban banderas estelades.

Pasada una hora de manifestación el nerviosismo en las primeras filas de la concentración iba in crescendo hasta que un grupo de jóvenes con una pancarta republicana ha roto la barrera policial y, seguidos de todos los presentes, han intentado entrar al edificio. Los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra han sido los encargados de frenarles.

Mientras se producía esta tangana los manifestantes gritaban consignas contra la policía catalana y les recordaban que “su consejero” se encontraba en prisión. A estas alturas, los manifestantes, empecinados en querer entrar al edificio gubernamental, estrecharon cada vez más el círculo de los antidisturbios provocando algunos empujones, forcejeos y cargas policiales.

Marcha lenta de coches en la A-2 a la altura de Alcarràs.

Marcha lenta de coches en la A-2 a la altura de Alcarràs.

Clamor contra la represión estatal

Paralelamente a la manifestación de Lleida se han celebrado marchas lentas contra la “represión” del Estado en varias carreteras. Una convocatoria de protesta organizada en las redes a través de la cuenta @AturadaCatalana, para denunciar el encarcelamiento de políticos independentistas, ha provocado esta tarde hasta seis kilómetros de retenciones a la autovía A-2.

Los manifestantes han organizado dos marchas lentas. La primera ha empezado hacia las cinco y media de la tarde y ha salido desde Alcarràs hacia Soses con una quincena de vehículos al frente que han retardado la circulación en sentido Zaragoza. Después otro grupo también ha marchado a velocidad muy reducida hacia Lleida y se han formado colas de coches en los carriles en dirección Barcelona. También ha habido algún corte intermitente a la carretera C-14 a la altura de Ponts.

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