Sánchez: "Ni el referéndum ni la amnistía son posibles, pero tengo la esperanza de llegar a una posición pactada"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió de forma nítida que su Gobierno no ve posible ni un referéndum de autodeterminación ni una amnistía a los presos condenados por el "procés", pero también mostró su confianza de que se podrá llegar a una solución pactada sobre el denominado conflicto catalán. "Hemos decidido trabajar sin prisa, sin pausa. Pero sin plazos", dijo.

Sánchez reconoció que el president de la Generalitat le planteó ambos temas, pero la posición del Gobierno es clara. En este sentido, indicó que "vamos a tener que hablar mucho" e insistió en que el camino será largo, pero aseguró que su objetivo es "acercar posiciones" y reiteró que es un problema que no se va a arreglar de forma inmediata. "Necesitamos tiempo", insistió.

El presidente explicó que el Gobierno propone una agenda del reencuentro que, según dijo, se ha renovado y actualizado, donde cree que se pueden encontrar puntos de coincidencia y avance pero, sobre todo, destacó que "la mesa de diálogo es el instrumento", dijo. 

Sánchez quiso poner en valor el simbolismo de su presencia en Catalunya y el esfuerzo de su Gobierno para "escuchar las reivindicaciones de las instituciones catalanas". Y añadió: "Tenemos un compromiso inequívoco con la ciudadanía catalana, piensen como piensen".

Sánchez: "Tenemos un compromiso inequívoco con la ciudadanía catalana, piensen como piensen"

El presidente del Gobierno indicó que su Gobierno defiende "una España orgullosa de su diversidad territorial", y aseguró que ese es el camino en el que van a trabajar.

Además, destacó que hay un "nuevo clima político en Catalunya" y aseguró que se están alcanzando importantes acuerdos sectoriales que, en su opinión, cuentan con el respaldo de la sociedad catalana.

En cuanto a la ampliación del aeropuerto del Prat, Sánchez dijo que no había avances e indicó que su Gobierno seguirá esperando "a una posición madura por parte de la Generalitat".

Sánchez llegó a las tres en punto de la tarde a la cita con el president de la Generalitat, Pere Aragonés, y ambos subieron juntos al Palau de la Generalitat. La reunión superó todas las previsiones de duración prevista y se prolongó casi por dos horas, lo que llevó a retrasar el inició de la mesa de diálogo.