El candidato socialista, Pedro Sánchez, inicia este jueves la “reconquista” del voto socialista en Catalunya, porque de este territorio depende en gran medida su objetivo de conseguir una “mayoría fuerte” en el Congreso que le permita gobernar o, por el contrario, quedarse con una victoria electoral que le lleve a la oposición.

Con un periplo por Lleida, Saolu y Badalona, Sánchez pasará la jornada completa en esta comunidad intentando rentabilizar su apuesta por el diálogo, porque en los cualitativos del PSOE se sabe que es el camino que prefieren la mayoría de los catalanes.

Los datos demuestran que el PSOE sólo ha gobernado en España cuando gana con claridad en Andalucía y en Catalunya, y aunque en el territorio de Susana Díaz tiene margen para aumentar en número de diputados con respecto a 2016, el gran salto para llegar a esa amplia mayoría que pretende Sánchez sólo puede venir de lo que vote la ciudadanía catalana.

Baste recordar que hace sólo once años, con la ex ministra Carme Chacón de cabeza de lista por Barcelona, el PSOE se llevó a Madrid 25 diputados del PSC.que le dieron la mayoría a José Luis Rodríguez Zapatero.

Fueron tiempos gloriosos para los socialistas catalanes, que llenaron a reventar el Palau de Sant jordi en el 2008 con más de 30.000 personas, en un mitin emblemático con Chacón, Felipe González y el propio candidato Zapatero.

Desde entonces, el declive del socialismo catalán ha sido espectacular, con fugas importantes en sus filas y quedando relegado a un papel de mera comparsa en la política catalana, llegando a tocar suelo con las elecciones de 2016, obteniendo sólo siete diputados y donde, por primera vez en su historia, no consiguió el PSC ni un diputado por Lleida.

La gran diferencia que hay entre 25 y 7 diputados es lo que se juega el PSOE y, aunque esté lejos de lograr el histórico resultado de Chacón, incrementar una docena de diputados podría ser la clave del resultado final de estas elecciones.

Sánchez se presentará en Catalunya con su discurso del diálogo, la convivencia y su apuesta por un nuevo Estatut y más autogobierno, pero garantizando que no habrá referéndum por la independencia ni aceptará la autodeterminación de Catalunya.

En Ferraz y en el PSC se cree que ésta equidistante salida entre los planteamientos de los independentistas y los que quiere aplicar el artículo 155 de manera inmediata, es la que más apoyo puede concitar en Catalunya, por lo que apelará al “seny” catalán para llamar al voto.

Hoy, además, no será su única visita en campaña a Catalunya. Volverá el penúltimo día de campaña a Barcelona. El PSC ya no se atreve a llenar el Palau, pero sabe que se respira otro ambiente después de una década muy dura para los socialistas catalanes.