Sánchez presenta un Consejo de Ministros continuista y preparado para cambiar antes de final de año

Se ha hecho esperar Pedro Sánchez, pero ya se conoce la composición del nuevo Gobierno. Este lunes, el equipo de Moncloa ha ido filtrando con cuentagotas la composición del próximo Consejo de Ministros a los medios de comunicación tras un fin de semana de clausura monástica. El nuevo Ejecutivo vuelve a tener 22 ministerios, de los cuales, doce estarán dirigidos por mujeres. No hay grandes cambios, sobre todo en el ala socialista del Gobierno.

Sánchez estará escudado por cuatro vicepresidentas. La primera recae, otra vez, en Nadia Calviño, que será también ministra de Asuntos Económicos. Calviño es candidata para presidir el Banco Europeo de Inversiones, por lo que puede abandonar el Gobierno español en las próximas semanas. Yolanda Díaz será, además de vicepresidenta segunda, otra vez ministra de Trabajo. La tercera vicepresidencia vuelve a recaer en Teresa Ribera, que también será ministra de Transición Ecológica. María Jesús Montero será vicepresidenta cuarta, y ocupará también la cartera de Hacienda.

El presidente del Gobierno se vuelve a apoyar con firmeza en su partido, el PSOE, para la construcción del Consejo de Ministros ante una legislatura que se prevé convulsa: la mayoría parlamentaria en la que se sustenta el Ejecutivo de coalición es muy justa, el PP se prepara para hacer una oposición feroz mientras los ultras de Vox le marcan el paso y las derechas tienen un gran poder institucional autonómico y municipal. Ante ello, Sánchez da continuidad en los ministerios económicos y de Estado y la principal renovación viene del lado de Sumar.

Félix Bolaños se convierte, de este modo, en un superministro y pasa a asumir, además de Presidencia, la cartera de Justicia, sustituyendo a Pilar Llop, un área clave de cara a una legislatura que tiene como primer plato principal la aplicación y desarrollo de la ley de amnistía, a la cual ejercerán una férrea oposición sectores de la judicatura.

Continúa también en un ministerio de Estado como el de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. Premia Sánchez la labor de este ministro al frente de la presidencia semestral del Consejo Europeo que recae hasta diciembre en España. Poco cambio se prevé en la política Exterior, en la relación con Marruecos relativa al contencioso del Sáhara Occidental o con el papel de la OTAN en la guerra de Ucrania.

Soprende hasta en Ferraz que continúen Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska al frente de Defensa e Interior, otros dos ministerios de los llamados de Estado. Robles continúa en el mando político del Ejército en un momento en el que la guerra de Ucrania y también en Oriente Próximo marca el paso de la política internacional. La relación entre ambos ministros, jueces de profesión, es fría y algunas fuentes socialistas daban por hecho que alguno de los dos sería sustituido en su cargo. Llama la atención que Sánchez mantiene a dos de los perfiles más conservadores en el Consejo de Ministros.

Pilar Alegría será la nueva ministra portavoz que saldrá todas las semanas a la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en Moncloa. Además, mantiene la cartera de Educación a la que se le une Deportes, que se desgaja de Cultura. Deportes ha tomado relevancia en un momento en el que el fútbol femenino se ha convertido en una causa feminista. Alegría, que es también portavoz en el partido, es otro claro ejemplo de cómo Sánchez se blinda con perfiles del PSOE.

Otro ejemplo de ello es Óscar Puente. El exalcalde de Valladolid, que ya tuvo un protagonismo importante en el debate de investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, dándole la réplica al candidato del PP, asume Transportes. Un perfil muy político, de confrontación directa contra las derechas, el de Puente. El exalcalde de Barcelona Jordi Hereu será el ministro de Industria. El representante del PSC en el Gobierno viene de ser presidente en Hispasat, por lo que su relación con el sector está demostrada.

Una de las sorpresas de este lunes de nombramientos ha sido la ministra de Igualdad. Ana Redondo ha sido portavoz socialista y edil también en Valladolid y fue portavoz del grupo socialista en las Cortes de Castilla y León. En aquella época fue mano derecha de Óscar López, actual jefe de gabinete de Sánchez, que sigue en su cargo en Moncloa. El andaluz Luis Planas seguirá al frente de Agricultura, Isabel Rodríguez deja la portavocía del Gobierno pero se mantiene en el Ejecutivo con la cartera de Vivienda.

El expresidente de Canarias Ángel Víctor Torres participará en el Ejecutivo. Entra de este modo un representante del partido autonómico que perdió buena parte de su poder institucional en las pasadas elecciones del 28 de mayo. Quedan fuera otros nombres que habían estado en las quinielas como el expresident valenciano Ximo Puig o el extremeño Guillermo Fernández Vara. Torres será ministro de Política Territorial y Memoria Democrática. También llega desde el Gobierno navarro Elma Saiz, que cogerá la cartera de Seguridad Social. Su antecesor, José Luis Escrivá, será el ministro de Transformación Digital.

Gran renovación por parte de Sumar y sin Podemos

El ala del Gobierno de coalición que corresponde a Sumar sí que ha experimentado una gran renovación. Solo permanece Díaz como vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, dejará el ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y Alberto Garzón el de Consumo. Ambas carteras se fusionan en una única que dirigirá el ex de Podemos Pablo Bustinduy.

Por su parte, Irene Montero marcha de Igualdad, que pasará a ser una cartera gestionada por el PSOE. Llega para Sumar el Ministerio de Cultura, que deja Miquel Iceta y lo asumirá Ernest Urtasun, de comuns. La eurodiputada de IU Sira Rego será la ministra de Infancia y Juventud, una cartera de nueva creación. También cae para Sumar el Ministerio de Sanidad, que estará liderado por la hasta ahora líder de la oposición a Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, Mónica García, de Más Madrid.