Este artículo se publicó hace 16 años.
Santa Maravillas de Bono
El PSOE boicoteará el acto de colocación de una placa en homenaje a una monja "perseguida" en la guerra y que apoya el presidente del Congreso
De todos es sabido que José Bono es al PSOE lo que Gallardón al PP, un verso suelto que a veces desafina entre sus propias filas. Sin embargo, el jueves el grupo socialista dio un paso más al desvincularse de la última decisión del presidente del Congreso. La brecha la ha abierto la placa que recordará en la Cámara a una monja española, Santa Maravillas de Jesús , que según la Iglesia Católica sufrió "persecución religiosa" durante la Guerra Civil.
Diputados socialistas se mostraban dispuestos incluso a detener la iniciativa. "Si la placa llegara a colocarse, el PSOE no estará presente en el acto", explicaban desde la dirección del grupo.
Esas mismas fuentes identificaban plenamente la postura del partido con la actitud de Teresa Cunillera. La vicepresidenta primera de la cámara prefirió abandonar la mesa antes que votar la iniciativa planteada por José Bono y el diputado conservador Jorge Fernández. El grupo también calcaba sus argumentos: es necesario respetar la aconfesionalidad del Parlamento y profundizar en la línea marcada por el PSOE para retirar paulatinamente los símbolos religiosos de los lugares públicos. Las únicas tres placas que adornaba hasta ahora el Congreso rememoran una el voto femenino y dos la inauguración de la Cámara por Juan Carlos I.
Notoria antes que religiosaEl autor de la iniciativa, Jorge Fernández, niega, sin embargo, el carácter religioso de la medida en favor de la importancia del personaje: "Sólo es alguien notorio que nació en un edificio que ahora ocupa parte del Parlamento". Fernández prefiere no hablar de una mártir: “Fue perseguida, pero falleció mucho más tarde, en 1974 y de muerte natural”.
Aunque los méritos son religiosos, cuando Fernández trasladó la idea a Bono, éste pareció encantado y apoyó la iniciativa. En entorno del presidente, sin embargo, negaban ese entusiasmo: "Su misión es respetar las iniciativas de todos los grupos y así lo hizo".
La polémica prendió también en el resto de los grupos de la Cámara. Mientras el ala más a la izquierda de la cámara criticó con dureza la decisión, PNV y CiU, ambos con representación en la mesa del Congreso, defendían el voto de sus representantes. Sus argumentos eran parecidos al de Jorge Fernández.
José Ramón Beloki, vicesecretario tercero del Congreso, trató de resaltar la notoriedad de la santa por encima de su carácter religioso. "Nos parece normal que el Parlamento refleje esa normalidad laica de la sociedad", reclamó. Más cauto se mostró el diputado catalán Jordi Xucla. Aunque respaldó el voto de su compañero Jordi Jané, vicepresidente cuarto de la mesa, aceptó que ,en caso de llegar una iniciativa contra la decisión, su grupo volverá a estudiar la idoneidad.
Protestas desde la izquierdaPor el momento, el malestar era patente entre los diputados del grupo ERC-IU-ICV. Joan Herrera envió una carta a Bono culpándole de que persistan actitudes "impropias de una institución como el Congreso". Con visible enfado, Herrera criticaba el doble rasero: “¿Por qué no podemos abrir fosas y sí colgar placas?”, preguntó.
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