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Los secretos de 'Con Z de Zapatero'

'La gente aún no conoce suficiente al presidente. Cuanto más le conozcan, más lo valorarán', dicen los creadores de su campaña.

GONZALO LÓPEZ ALBA

El fútbol y la política son importantes en la vida, pero no trascendentales. Si no fuera así, Sra. Rushmore no estaría ayudando a José Luis Rodríguez Zapatero a conseguir su objetivo: ganar las elecciones generales de 2008.

Sra. Rushmore es colchonera hasta los tuétanos. Su director creativo ejecutivo y uno de los tres fundadores de esta agencia de publicidad, Miguel García Vizcaino, reconoce que, en su caso, la afición llega hasta lo 'enfermizo'. Su frustración es no haber podido ser delantero centro del Atlético de Madrid, el puesto en el que jugaba César, el futbolista leonés que tiene la culpa de que Zapatero sea del Barça.

Aunque García Vizcaino ha podido compensar su frustración haciendo las campañas publicitarias del equipo de sus amores en los últimos siete años, no se siente traidor a sus colores por colaborar con un culé.

'Los del Atleti tenemos buena conexión con los del Barça y aunque Zapatero fuera del Real Madrid, tampoco habría problema. El fútbol es importante, pero no tanto', argumenta. De hecho, de los otros dos socios fundadores, Marta Rico también es colchonera, pero Roberto Lara es merengue, aunque está en clara minoría, porque 'Sra. Rushmore es colchonera de corazón'.

Reunión en Gobelas

Cuando, antes del verano, el PSOE se puso en contacto para -al igual que hizo con otras agencias- pedir un proyecto de campaña, Sra. Rushmore se lo pensó. Nunca antes había trabajado para un partido político. Hasta hace un año se lo prohibía una cláusula del contrato con la multinacional a la que está asociada.

Además, en España sigue siendo una especie de tabú, por lo que este tipo de trabajo se suele ocultar, lejos de lo que ocurre en otros países, como el Reino Unido, donde una prestigiosa agencia hizo primero la campaña de los laboristas y luego la de los conservadores sin que a nadie le sorprendiera.

Al final, Sra. Rushmore dio el paso porque 'esto no significa que vote al PSOE, es un encargo profesional como cualquier otro'. 'Aquí no le preguntamos a nadie a quién vota', asegura García Vizcaino.

Aunque había 'ideas interesantes' de otras agencias, globalmente fue su proyecto el que más gustó en el PSOE. Tomada la decisión por ambas partes, la colaboración comenzó tras las vacaciones de verano.

Cuatro de los cinco socios de la agencia, lo tres fundadores más César García, se reunieron con Zapatero en la sede que el PSOE tiene en la calle Gobelas, en las afueras de Madrid.

El 11-S cambió la publicidad

'Era fundamental, como con cualquier otro cliente, saber cómo es, que nos contara sus planes y sus objetivos', explica Vizcaino. La entrevista duró una hora y media y hubo 'una química fantástica', en lo personal y en lo profesional.

El atentado del 11-S supuso una conmoción global, singularmente en EEUU, pero también en el resto del mundo. Desde entonces, anunciantes y publicistas detectaron que la gente quiere que se le ofrezca una visión más optimista de la vida: ‘Cuéntame lo bueno, dime que las cosas van a ir bien'. La gente prefiere comprar el lado positivo de las cosas en lugar del negativo'.

Ese cambio emocional conectaba de forma natural con el talante de Zapatero. No había que forzar nada. De ahí surgió el lema de la precampaña que presidirá hoy el acto de proclamación oficial del líder del PSOE como candidato a la reelección. 'La mirada positiva es lo que Zapatero representa en la vida política de este país', indica García Vizcaino.

Romper moldes

Para la primera fase de la campaña, la que se dedicó al balance de gestión, Sra. Rushmore quiso romper con los moldes tradicionales, con la pauta de que 'todo lo que rodea a la política tiene que ser trascendente'. De ahí la polémica Con Z de Zapatero.

Se le quitó la P del ZP de 2004 porque 'ya es presidente, no hace falta decir que lo quiere ser'. De lo que se trataba era 'de que llegaran al mayor número de gente posible unos datos de gestión que en sí mismos son espectaculares, pero que a la gente le aburren por farragosos y aburridos, y de que llegaran con la firma del presidente'.

De esa idea de fondo de romper los corsés conservadores de las campañas políticas en España nació el video en el que José Luis Rodríguez Zapatero se ríe de su parodia en los guiñoles, algo habitual en EEUU o Reino Unido, donde ya lo hicieron Bill Clinton o Tony Blair.

En el sótano, bajo siete llaves

La tercera y última fase de la campaña está en el sótano de la Sra. Rushmore, cerrado bajo siete llaves.

Pero, mirando por el ojo de la cerradura, puede atisbarse algo: 'A pesar de que ya lleva cuatro años de presidente, la gente aún no conoce lo suficiente a Zapatero. Cuanto más le conozcan, más lo valorarán'.

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