Estás leyendo: Silencios

Público
Público

Silencios

Pablo Iglesias en La Base
Pablo Iglesias en La Base.

Todos habéis escuchado a Ferreras, en una conversación entre colegas, reconocerle al comisario Villarejo que publicó una noticia falsa de Inda que decía que yo tenía una cuenta en Granadinas en la que me ingresaba dinero Nicolás Maduro, sabiendo que era una información falsa. En los audios escuchamos también a Ferreras decir que Inda es su hermano y que admira mucho al comisario Villarejo. En fin, todo muy edificante…

El escándalo ha sido tal que ha ocurrido algo poco frecuente en España: A partir de la publicación de Patricia López en el digital Crónica Libre, grandes medios se han tenido que hacer eco del asunto. Además de los medios catalanes y vascos, El País y la Cadena SER se han hecho eco de unos audios que completan su información del jueves sobre la conversación entre Villarejo y Cospedal conspirando contra nosotros.

El escándalo es tal que hasta 4 jefes de Estado de América Latina, los presidentes de México, Colombia, Argentina y Chile han denunciado la operación mediática de Ferreras contra Podemos, así como lo ha hecho el jefe de la oposición francesa, Jean Luc Mélenchon. Los cinco líderes de izquierdas han vivido en sus propias carnes operaciones mediáticas mafiosas como estas. Al mismo tiempo, decenas de periodistas muy relevantes, en general muy reacios a criticar a compañeros de profesión, han sido enormemente duros con Ferreras y le han señalado como una vergüenza para la profesión.

La pregunta entonces es: ¿Por qué hay silencios tan clamorosos? ¿Por qué figuras políticas de la izquierda española y también notables periodistas progresistas (digo progresistas y de izquierdas porque de la derecha poco cabe esperar ya) guardan silencio? En la respuesta a esta pregunta está la clave del problema con Ferreras.

Más allá de algún caso, no creo que los que guardan silencio lo hagan porque consideren que los hechos del 'Ferrerasgate' no merezcan su reproche ético, político y profesional. Callan porque tienen miedo de Ferreras o porque necesitan a Ferreras. Muchos periodistas, algunos de ellos buenos periodistas, piensan que necesitan salir en la televisión de Ferreras para que su trabajo tenga relevancia. Otros saben que sin lo que les supone económicamente la participación en sus tertulias tendrían dificultades a fin de mes. Respecto a los que están en nómina de La Sexta, soy consiente de que no se les puede pedir heroicidades. Quien tiene que pagar una hipoteca o llegar a fin de mes no suele poder permitirse criticar al jefe. Pero hay periodistas que sí se pueden permitir dar la cara y creo que deben hacerlo. No para solidarizarse conmigo o con Podemos, sino para defender la dignidad de su profesión.

Lo de los políticos es casi peor. ¿Cómo es posible que muchos dirigentes políticos de izquierda no hayan dicho esta boca es mía? Conozco la respuesta y les entiendo. Piensan que sin un trato favorable de La Sexta, que depende de Ferreras, sus expectativas electorales se verían claramente comprometidas. Les entiendo y es verdad que, en política, hay que buscar buenas relaciones con mucha gente. Creo que piensan además que no diciendo determinadas cosas, como ha hecho siempre Podemos, se librarán de las iras del poder mediático. Perdonen que sea sincero pero en ese análisis hay menos sofisticación de la que parece.

No les voy a pedir que alcen la voz solo por sentido ético, sino también por sentido político. Si no denunciamos y nos enfrentamos todos juntos a la manipulación y a la mentira de la mafia mediática, cualquiera de nosotros estará a merced de esa mafia en cualquier momento. Dad la cara compañeros. Es necesario para cambiar las cosas en este país. 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias