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El sistema de partidos en Catalunya cambia con el 27-S: PSC

Los socialistas catalanes, que se presentan con su marca de siempre a pesar del debilitamiento que han padecido internamente, cambián de mensaje y renuncian al derecho a decidir

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el candidato del PSC, Miquel Iceta, y el presidente de grupo socialista en el ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, en el acto de cierre de campaña celebrado en Barcelona. EFE/Jesús Diges

M.D.

BARCELONA.- La oferta que encontrará el ciudadano catalán cuando se acerque a su colegio a escoger papeleta de voto este domingo será diferente a la de otras ocasiones. Si lo que busca son los líderes conocidos de los partidos que suelen encabezar las listas, también observará que el panorama es diferente, porque todos son nuevos en este papel.

Los socialistas catalanes se presentan con su marca de siempre, el PSC, a pesar del debilitamiento que han padecido internamente y de la modificación de una parte del mensaje que dirigían a la ciudadanía.

Han abandonado toda ambigüedad en torno al derecho a decidir de Catalunya. Lo que decidieron fue prescindir u olvidar esa reivindicación, porque les parece objeto de un debate superado por las circunstancias. Ponen el acento en la necesidad de batallar por una reforma de la Constitución española, para que los ciudadanos de todo el Estado puedan pronunciarse en torno a un acuerdo federal.

Por eso han dado por hecho que debían compartir protagonismo y mensajes con dirigentes o personalidades del PSOE, como Pedro Sánchez, Susana Díaz, Patxi López o el mismo Felipe González.

Han exhibido en campaña una gran bandera rojigualda y no han dudado en competir con Ciudadanos y PP en aparecer como la auténtica alternativa al independentismo.
Miquel Iceta se ha estrenado como candidato a la presidencia, pero probablemente es uno de los políticos más conocidos de la sociedad catalana, porque milita desde hace mucho en las filas socialistas y en tareas de responsabilidad y porque desde el cargo de primer secretario del partido, que ocupa desde hace más de un año, ha cobrado gran protagonismo como persona clave para la recomposición.

Ha mantenido personalmente una campaña frenética, en la que, además de intentar ganar protagonismo con baile, gestos llamativos y exhibiciones de elocuencia, ha denunciado con dureza políticas antisociales del gobierno de Artur Mas, ha recordado las ocasiones en las que Convergència prestó apoyo al Partido Popular, ha criticado el inmovilismo del PP en relación a Catalunya y ha pronosticado al mismo tiempo la derrota del independentismo.

El PSC reconoce abiertamente que el actual escenario político en España no invita al optimismo, pero a pesar de la inexistencia de canales de comunicación entre los gobiernos de Catalunya y España defiende sobre todo la necesidad de buscar espacios para la negociación.

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