Los socialistas críticos con Susana Díaz se movilizan al margen de los sanchistas

SEVILLA.- Pedro Sánchez ha declinado acudir a Andalucía para reunirse con la militancia socialista antes de que termine el año, como le habían sugerido sus más afines en esta comunidad. El exsecretario general del PSOE ha reaparecido con cierto éxito en dos actos públicos junto a las bases del partido, uno en la Comunidad Valenciana y otro en Asturias. Ambas regiones están dirigidas por barones socialistas muy críticos con Sánchez, el valenciano Ximo Puig y el asturiano Javier Fernández, a la sazón presidente de la gestora que tomó el control del partido tras verse forzado a dimitir. Pero Sánchez ha confirmado a su entorno que no tiene previsto adentrarse con su coche en el fuero de la todopoderosa Susana Díaz, su virtual adversaria en las primarias para elegir al nuevo líder socialista.

Sánchez ha mantenido en vilo a sus adeptos en Andalucía, sin confirmar si vendría o no, hasta que finalmente fue la dirección del PSOE-A la que le convenció de no dar el paso, tras anunciar hace unos días el encuentro de Susana Díaz con la militancia en Jaén, el próximo 16 de diciembre, en el que estará arropada por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. La ejecutiva regional y varios líderes provinciales están movilizando a la militancia y fletando autobuses para lograr toda una exhibición de fuerza de la baronesa andaluza, a las puertas de la convocatoria del congreso del PSOE que elegirá al futuro líder. El acto tendrá lugar en un aforo para 4.000 personas. Y aunque la estrategia de Sánchez pasa por hacer encuentros pequeños con la militancia, el madrileño ha preferido no medirse con Díaz en su terreno, al menos hasta que la gestora anuncie oficialmente la fecha de las primarias.