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Susana Díaz mantendrá la incógnita del adelanto electoral en Andalucía una semana más

El 22 de marzo parece ya la fecha más probable para la convocatoria, lo que podría anunciar el lunes y se aprobaría el martes

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz,  durante la reunión sobre temas educativos en el Palacio de San Telmo. EFE/Julio Muñoz

MANUEL SÁNCHEZ

MADRID.- "Lo del adelanto electoral sólo lo sabe ella". Así se expresó un destacado dirigente del PSOE de Andalucía conocedor de las reuniones del Gobierno y con los secretarios provinciales socialistas que este martes celebró la presidenta andaluza, Susana Díaz.

En ambos encuentros no se abordó explícitamente dicho adelanto electoral, cuya competencia es exclusiva de la presidenta andaluza, y se debatió más el asunto de la estabilidad política.

IU se esforzó por explicar que garantiza la gobernabilidad de Andalucía, pero todo indica que la actitud que ahora quiere demostrar Izquierda Unida de colaboración, ya no entra en los planes de Susana Díaz que tiene su hoja de ruta cerrada y ha construido el escenario político que quería.

Y en la reunión con los barones provinciales socialistas, lo único que hubo un cierre de filas para... "lo que diga Susana".

Los secretarios provinciales socialista y Ferraz están a la espera de "lo que diga Susana"

Por ello, todo apunta a que mantendrá la incógnita una semana más, para la posible convocatoria de elecciones el 22 de marzo.

Reglamentariamente lo debería anunciar el lunes, 26 de enero, para ratificarlo el Consejo de Gobierno al día siguiente.

No obstante, aún hay dudas sobre lo qué hará la presidenta andaluza y este martes crecieron aún más en las filas socialistas que no ven la operación política de ninguna de las maneras o que la consideran un error.

Así, algunas fuentes apuntan que lo mismo se podría desinflar el globo y creen que podría ser lo mejor que podría pasar, una vez que Izquierda Unida ha cambiado su actitud beligerante.

Además, los motivos que argumentan dichas fuentes son dos: lo arriesgado de la operación electoral, ya que ninguna encuesta garantiza la mayoría absoluta a Susana Díaz y la inestabilidad de formar Gobierno podría aún ser mayor que la actual; y, en clave interna, la dificultad del calendario ante cualquier aspiración política posterior de la dirigente andaluza, porque entienden que "lo de llegar e irse" tendría un gran coste político electoral y para el PSOE andaluz, por muy bien que se pudriese contar.

En Ferraz también se guarda silencio y dicen no saber nada de qué pasara. Quieren desligar esta decisión de cualquier lectura en clave interna y dicen que respaldarán lo que decida la presidenta andaluza. Lo dicho... "lo que diga Susana".

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