Joan Tardà y Xavier Domènech regresaron a un Congreso de los Diputados disuelto por la repetición electoral. Alejados ya de la primera línea política y de las portavocías de sus formaciones en la Cámara Baja, los exparlamentarios han escrito un libro fruto de un diálogo de dos días en casa de la periodista Àngels Barceló. Eso es Entre Ítaca e Icaria, una reflexión conjunta de dos políticos que vivieron y protagonizaron institucionalmente el momento más crucial del procés, y que ahora son espectadores de un bloqueo político e institucional en España y Catalunya que tiene su último episodio en la repetición de elecciones generales.

Este libro, avanzan sus autores, trata precisamente sobre la evolución del proceso independentista y sobre cómo han cambiado movimientos políticos como el soberanista o el del 15-M, una evolución de algunos de los principales problemas del país que ha llevado a este bloqueo que dirige la política desde 2015. Para Joan Tardà solo existen dos caminos posibles ante esta situación: "Un acuerdo como el que se produjo entre británicos y escoceses o el camino del bloqueo, que supone hacer omnipresente al Estado en su concepción de controlador del monopolio de la violencia".

A juicio del dirigente de ERC, esta segunda vía producirá una serie de cambios que se dejan entrever, ha defendido, en algunas situaciones actuales. Estos principales cambios son "abrir una lucha por la amnistía, el retorno de los exiliados y la libertad de los presos, al no asumir la condición del delito que se les imputa" y "ir mutando el estado de judicialización hacia la existencia de un relato de un ambiente de violencia, ya que hay sectores retrógrados en el Estado tentados de convertir un proceso democrático de soberanía en un movimiento violento".

El exportavoz de ERC en el Congreso pronuncia estas palabras apenas un día después de la detención de nueve miembros de los denominados Comités de Defensa de la República (CDR), a los que la Fiscalía de la Audiencia Nacional acusa de tener materiales explosivos y planes para cometer atentados. 

Para Tardà, que ha segurado estar, "al igual que el resto de la sociedad", en estado "catatónico" por el vertiginoso desarrollo del procès en los últimos años, Ítaca e Icaria se conjugan en la medida en que la primera es "el sueño de la plenitud nacional" y la segunda representa "la equidad y la posibilidad de garantizar vidas dignas". "No contemplo una Icaria que no se desarrolle en términos nacionales".

"No se desconvoca al Gobierno, sino al pueblo"

Para el que fuera portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, "el procès tal como habíamos entendido se ha acabado, al igual que la oleada del 15-M. No se han acabado los problemas y la gente que inauguraron esos movimientos. Todo eso sigue ahí, pero hay ciclos".

"El concepto seducción ha pasado a otra dimensión. Hay una crisis del bipartidismo en España, de ahí el bloqueo y la reiteración constante de elecciones; no para desconvocar al Gobierno, sino para desconvocar al pueblo, a ver si cambia. Llevamos dos años sin diálogo desde octubre, aunque se diga mil veces que somos los campeones del diálogo", ha defendido Domènech.

El exportavoz parlamentario ha asegurado hablar "desde las dudas", las mismas dudas que "no te permiten tener cuando estás constantemente en campaña electoral, porque si tienes dudas los rivales políticos se te echan encima". Pero "dudar de tus propias ideas es el principio del diálogo".