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Urkullu acusa al PP de “autoexpulsarse del diálogo y del acuerdo” en Euskadi

No queremos vivir sometidos”

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El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, conversa en el Parlamento Vasco con el presidente del PP regional, Alfonso Alonso / EFE

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VITORIA. - Iñigo Urkullu ya está más cerca de convertirse en el jefe del gobierno de coalición entre PNV y PSE. El lehendakari ha abierto esta mañana el pleno de investidura, que tiene mucho de protocolar y poco de sorpresivo: siguiendo el guion previsto, este vizcaíno de 55 años será votado en el Parlamento por sus 28 compañeros de partido, a los que se sumarán los nueve representantes del PSE. Esas 37 manos levantadas son suficientes para gobernar, aunque no por mayoría. Por tanto, Urkullu tendrá que esperar otras 24 horas. A cambio, gobernará otros cuatro años.

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Urkullu había llegado al Parlamento Vasco sobre las 9.15 de la mañana bajo una intensa lluvia que luego se convertiría en una inesperada nevada, la primera del año en Vitoria. La portavoz y candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, había entrado por la puerta principal apenas unos minutos antes. De hecho, los medios recogían declaraciones de la parlamentaria independentista cuando el lehendakari, prácticamente sin que nadie se diera cuenta, pasó por detrás de los periodistas. Fueron las primeras carreras de una mañana en la que, quitando esta anécdota, no hubo grandes sorpresas.

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El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, expone su proyecto en el pleno de investidura del Parlamento Vasco, al que también se presenta la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

En su intervención, Urkullu pronunció varias veces la palabra “convivencia”, lo que incluye un “compromiso con las víctimas”, lo que englobaría tanto a las personas que sufrieron la violencia de ETA como de otras organizaciones, incluyendo las propiciadas por el Estado. “Creo firmemente que la sociedad, los partidos e instituciones vascas, tenemos el deber, la responsabilidad y la capacidad de afrontar una vía para concluir definitivamente, de forma ordenada y justa, con la violencia y el terrorismo”.

El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu (abajo), expone su proyecto en el pleno de investidura del Parlamento Vasco, al que también se presenta la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

El lehendakari también miró más allá del Ebro. “En cuanto al ámbito del Estado –señaló- la realidad viene marcada por la inestabilidad y la necesaria redefinición de su propio proyecto”. Ante la atenta mirada de los nueve parlamentarios del PP, señaló que “la conformación del nuevo gobierno español no ha despejado las dudas e incertidumbres” e incluso señaló que “a falta de diálogo y de entendimiento marca el futuro político de España”.

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El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, expone su proyecto en el pleno de investidura del Parlamento Vasco, al que también se presenta la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

De hecho, el lehendakari defendió la “colaboración” con distintas instituciones –entre las que incluyó al Estado- para alcanzar una serie de objetivos, entre los que situó la reducción de la tasa de pobreza en un 20%, bajar el paro en un 10%, “consolidar definitivamente la paz y la convivencia” o “acordar un nuevo marco de actualización del pacto estatutario”. Eso sí, siempre desde la legalidad. “Ni he caído ni voy a caer en planteamientos irrealizables o insostenibles, tampoco en ofrecimientos inconsistentes o discursos carentes de una base firme”, aclaró.

No queremos vivir sometidos”

Por su parte, Maddalen Iriarte –la otra candidata que ha sido presentada para el pleno de investidura, en este caso por EH Bildu- aprovechó sus noventa minutos de discurso para explicar cuáles serían las claves de un gobierno encabezado por la coalición abertzale. Fue, principalmente, una declaración de intenciones, ya que solo contaba con el apoyo de su grupo parlamentario. En cualquier caso, la ex presentadora de ETB realizó un pormenorizado repaso a las propuestas de gobierno que mantiene su formación. El histórico dirigente independentista Arnaldo Otegi –cuya candidatura a la presidencia del Gobierno Vasco fue vetada por los tribunales españoles- siguió su intervención desde el palco de invitados.

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La candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, escucha la intervención del lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, durante el pleno de investidura del Parlamento Vasco al que ambos se han presentado. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

En su discurso, Iriarte repitió en al menos tres ocasiones que EH Bildu es la única fuerza política del Parlamento Vasco que apuesta abiertamente por la independencia. En ese contexto, planteó que desde esta institución se den los pasos necesarios para que sea posible “realizar una consulta vinculante en 2018 sobre el estatus político”, algo que enmarcó en los procesos soberanistas que se desarrollan actualmente en Escocia y Cataluña. Su mensaje era claro: Euskal Herria también puede organizar su propio referéndum. No en vano, recordó que el 75% de la Cámara Vasca –lo que supone la suma de PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos- reconocen el derecho a decidir. “Euskal Herria quiere ser libre, y EH Bildu es la única garantía de ello. Actuaremos con determinación hasta conseguir esos objetivos, porque no queremos vivir sometidos a nadie”, remarcó.

La sonrisa de Otegi

Los grupos políticos hablaron por la tarde. El primero fue el PP, con el ex ministro Alfonso Alonso como portavoz. Su media hora estuvo dedicada a repartir culpas entre PNV y PSE. Al primero, por seguir defendiendo postulados nacionalistas. Al segundo –según palabras del parlamentario derechista-, por aceptarlos. De hecho, el presidente de los populares vascos “felicitó” a Urkullu “por el pacto alcanzado” con los socialistas. “Pocas veces alguien obtuvo tanto a cambio de tan poco –ironizó-. Se dejan ustedes tres viceconsejerías de escaso peso político y consiguen que su socio acepte el pensamiento único nacionalista”. También les acusó de “eludir cuidadosamente de hacer figurar a ETA como una organización terrorista” en el acuerdo del gobierno de coalición “para poner el acento, con reiteración, en la situación de sus presos”.

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El secretario general de Sortu y líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, conversa con la portavoz del PSOE-EE, Idoia Mendia durante el pleno de investidura a Lehendakari en la Cámara Vasca. EFE/ADRIÁN RUIZ DE HIERRO

Otegi también estuvo presente en el discurso de Alonso. “Si no está en estos escaños es como consecuencia de haber sido condenado por formar parte de una organización terrorista”, afirmó. Además, acusó al dirigente abertale –que escuchaba su discurso desde la tribuna de invitados- de “seguir negándose a condenar a ETA” y de “promover activamente su legitimación”. Otegi, en silencio, sonrió. Volvió a hacerlo cuando estaba por terminar el debate y Joseba Egibar, parlamentario del PNV, sacó a relucir una antigua entrevista al líder independentista en la que aseguraba que prefería un gobierno del PSOE. La sonrisa esta vez, se pareció más a una carcajada.

Los que faltan

Elkarrekin Podemos también mostró sus críticas al pacto de coalición, pero por unos motivos bastante distintos a los manifestados por Alonso. La ex candidata a lehendakari de esa formación, Pilar Zabala, quiso recordar a quienes “faltan” en el acuerdo entre PNV y PSE. Mencionó a los jóvenes que se han visto obligados a marcharse del país, a las personas en paro, a quienes tienen un empleo precario o aquellas personas inmigrantes que se ven “criminalizadas y estigmatizadas”.

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El Parlamento Vasco guarda un minuto de silencio en recuerdo del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard, asesinado por los GAL el 20 de noviembre de 1984 / EFE

La representante de Elkarrekin Podemos no sólo se refirió a los puntos de desacuerdo, sino que también recordó que existe una clara mayoría “a favor del derecho a decidir”, un ámbito que Zabala pidió no limitar exclusivamente al “modelo de país”, sino que también incluya “servicios públicos, derechos sociales o fiscalidad”. En cualquier caso, anticipó que tanto los nueve parlamentarios en Euskadi como los 71 representantes de Unidos Podemos en el Congreso trabajarán para “avanzar en el derecho a decidir y en el desarrollo del autogobierno de Euskadi”. “¿Hará el PSE lo mismo?”, preguntó.

Víctimas y presos


Por su parte, la portavoz de EH Bildu, Miren Larrion, afirmó que el acuerdo de gobierno entre peneuvistas y socialistas “no tiene como objetivo ofrecer soluciones nuevas” que permitan “salir del estancamiento”. Alertó además que “no será un gobierno estable” por su situación de minoría, tras lo cual se preguntó “qué gana la ciudadanía con este tipo de pactos”. Tras plantear esa interrogante, pronosticó que el nuevo gobierno de Urkullu junto al PSE “traerá más recortes”.

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La candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte (d), conversa en el Parlamento Vasco con la diputada de su mismo grupo, Jone Goirizelaia (i), momentos antes de exponer su proyecto en el pleno de investidura, al que también se presenta el Lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

Tal como había hecho Maddalen Iriarte durante la mañana, Miren Larrion también incidió en los avances que deben producirse en torno al proceso de paz. La parlamentaria abertzale habló del reconocimiento de todas las víctimas, entre las que incluyó a las 16 personas que murieron en accidentes de carretera a causa de la dispersión aplicada contra los presos de ETA y de otras organizaciones de la izquierda abertzale.

Aquí no hay leones

Tras escuchar las críticas de la oposición, el lehendakari volvió a tomar la palabra para salir en defensa de su pacto. Respondió a todos, aunque fue especialmente contundente con el PP. “Vuelve usted a un discurso antiguo sobre victoria o derrota”, le indicó a Alonso, a quien también recriminó la negativa del PP a “hablar en este Parlamento sobre cuestiones que tienen un gran respaldo social”. En esa línea, aseguró que el partido de Rajoy “mantiene un discurso anclado en el pasado”. “Ustedes se autoexpulsaron del diálogo y del acuerdo en Euskadi”, remarcó. En cuanto a la posición del Gobierno Vasco en torno al terrorismo, el lehendakari recurrió a una comparación entre el Congreso y el Parlamento de Vitoria. “En el exterior de esta Cámara –apuntó- no hay dos leones, sino una escultura en homenaje a las víctimas del terrorismo y de la violencia”.

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Maneras de sentirse vasco

Como era de esperar, sólo PSE y PNV salieron en defensa del acuerdo alcanzado entre ambas formaciones políticas. La secretaria general del Partido Socialista, Idoia Mendia, dijo que quedaban atrás “siete semanas intensas” en las que habían logrado consensuar con el PNV “unas bases que van a permitir enderezar el país y ponerlo mirando a todos los retos del futuro”. Negó también que se trate de una alianza “coja” por carecer de una mayoría absoluta. “La cuestión es si quienes lo respaldamos somos capaces de trabajarnos la confianza y el apoyo de otros grupos de la Cámara para tejer espacios de acuerdo”, indicó.

El lehendakari Iñigo Urkullu se vota a sí mismo en la primera votación en el pleno de investidura en el Parlamento vasco. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

En cuanto a lo pacto en materia de autogobierno, Mendia se pronunció a favor de una “actualización” del Estatuto de Autonomía que reconozca las “diferentes formas de sentirnos vascos que tenemos todos”. También se refirió a las cuestiones relacionadas con la convivencia en Euskadi. Sobre este punto, Mendia mencionó a las víctimas de ETA, pero también del Batallón Vasco Español, la Triple A o el GAL, así como a quienes sufrieron “abuso policial” o torturas. “Víctimas iguales en sufrimiento, distintas en las causas, todas igual de injustas”, subrayó.

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