Este artículo se publicó hace 15 años.
Zapatero engrasa los acuerdos con la UE
Busca un salto en la integración a ambos lados del Atlántico
El Gobierno español salió de la XIX Cumbre Iberoamericana "razonablemente satisfecho". A pesar de la imagen de división a causa de la crisis de Honduras, José Luis Rodríguez Zapatero, junto con la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aprovecharon el foro para relanzar la negociación de la Unión Europea con Mercosur, Centroamérica y la Comunidad Andina, que se quiere desbloquear durante el semestre de la Presidencia española.
Zapatero afirmó que cerrar estas negociaciones sería "fundamental para avanzar en la integración de Iberoamérica con la Unión Europea". En las reuniones celebradas con este objetivo, De la Vega subrayó a los interlocutores iberoamericanos que será "difícil encontrar un momento como éste" para alcanzar esos acuerdos, algunos de los cuales llevan varios años negociándose. Para engrasar los trabajos, una de las reuniones bilaterales celebradas por Zapatero fue con la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, que asumirá en enero la Presidencia de Mercosur.
Cambio climáticoZapatero destacó también, como uno de los principales resultados de la Cumbre, que la comunidad iberoamericana "está firmemente comprometida en lograr un acuerdo sobre el cambio climático que marque un rumbo nítido en la reducción de emisiones, con compromisos efectivos, como los que ha puesto sobre la mesa la Unión Europea".
Apuntó que "las últimas posiciones de EEUU y China abren una cierta ventana a la esperanza" para que puedan alcanzarse resultados concretos en la cumbre de Copenhague, a la que atribuyó "trascendencia histórica". A la reunión, que comienza esta semana, acudirán Obama y Zapatero, aunque no coincidirán en las fechas.
En el ámbito de la comunidad iberoamericana han asumido un papel especialmente destacado Brasil y México. Este último país está liderando, junto a Noruega, la creación de un "fondo verde", de modo que todos los países, sean desarrollados o no, asuman una cuota de responsabilidad.
Entre los acuerdos de la Cumbre Iberoamericana que se clausuró ayer figura que en Copenhague se "refleje el principio de responsabilidades comunes y respectivas capacidades". "El objetivo se dice debe ser evitar un calentamiento del planeta superior a los dos grados centígrados antes de final de siglo".
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