Toda una exhibición de 'laicismo moderado', tal y como José Luis Rodríguez Zapatero definió lo que predominaba en España. El presidente del Gobierno se reunió ayer en La Moncloa con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, durante setenta minutos y a solas.

Por iniciativa de Zapatero, ni siquiera accedió a la sala un intérprete, por lo que, aparte de lo que cuenten los dos interlocutores, poco se puede saber del contenido de su 'cordial' conversación, según trasladaron desde Moncloa fuentes oficiales.Parece, sin embargo, que las cuestiones más polémicas no se abordaron, siempre según esas fuentes.

Tampoco era necesario, pues, horas antes, la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, ya había planteado a Bertone los temas que provocan un choque frontal entre el Ejecutivo y el Vaticano: el aborto, Educación para la Ciudadanía y la reforma de la ley de libertad religiosa.

Fernández de la Vega quiso explicar al primer ministro de Benedicto XVI el por qué de todas las políticas de su Gobierno (ver Los Puntos Polémicos), aunque le ha garantizado que éste no tocará en ningún momento los acuerdos con la Santa Sede, cuya última firma data del 3 de enero de 1979.

El presidente trasladó a Bertone una invitación para que el Papa visite Compostela el 25 de julio de 2010, día de Santiago Apóstol, patrón de España, durante la celebración del Año Santo Compostelano. Si Benedicto XVI aceptara la invitación del presidente para 2010, sería su segunda visita a España, tras la que realizó en 2006. La que sí está confirmada es su asistencia a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid en 2011.

Por otro lado, Zapatero informó al número dos vaticano del II Foro de la Alianza de Civilizaciones, que tendrá lugar en Estambul, previsiblemente, los días 5 y 6 de abril. El jefe del Ejecutivo invitó a Bertone a que participara.Éste salió satisfecho del encuentro con Rodríguez Zapatero. Por la invitación al Papa a visitar Santiago y, sobre todo, por la 'nueva vía' de diálogo abierta con la Santa Sede.

Una de las razones de la visita de Bertone ha sido la casi ruptura de relaciones entre la Iglesia y el Gobierno llevada a cabo por el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, sin la aquiescencia de Roma. Éste fue un tema que le planteó De la Vega y que el número dos del Vaticano reconoció.De hecho, fue significativa la presencia en Moncloa del nuncio, Manuel Monteiro de Castro -uno de los damnificados de Rouco y el púlpito de la Cope- y del cardenal Antonio Cañizares, el nuevo hombre fuerte del Papa para España y que, a diferencia de Rouco, mantiene excelentes relaciones con De la Vega.

Por la noche, Bertone se reunió, a solas, con Rouco. La vía de comunicación directa abierta entre Roma y Moncloa -mientras el presidente de la Conferencia Episcopal no rebaje sus críticas al Ejecutivo- y los quebraderos de cabeza con la Cope fueron los dos temas que el secretario de Estado puso sobre la mesa.