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Zapatero tilda de antipatriótico el «alarmismo» económico de Rajo

Se compromete a «reducir progresivamente» la energía nuclear y a «simplificar» el IRPF

GONZALO LÓPEZ ALBA

¿No querían caldo? Tres tazas. José Luis Rodríguez Zapatero acudió ayer al primer foro preelectoral del año -el día 15 utilizará el mismo atril Mariano Rajoy- no sólo con la lección económica bien aprendida, sino convenientemente adobada de discurso político.

Parecía el metro en hora punta, con empujones entre el casi millar de personas que asistieron al desayuno informativo de Nueva Economía Fórum por estar más cerca que nadie del presidente y candidato del PSOE a la reelección.


Bajo la atenta mirada del vicepresidente económico, Pedro Solbes, y en presencia del presidente de la CEOE, del secretario general de CCOO y de empresarios como Luis del Rivero (Sacyr), Zapatero no sólo rechazó la existencia de un cambio de ciclo económico y trazó un panorama optimista para los próximos años, apelando a los datos estadísticos y a un criterio supuestamente compartido por los empresarios -horas después almorzó con la cúpula de la CEOE en el Palacio de la Moncloa-.


Credibilidad y confianza

Además, contraatacó políticamente subrayando que nadie pondría su empresa (España) en manos de quien (el PP) la desacredita y demuestra que no tiene confianza en ella con un 'injustificado alarmismo' que 'puede dañar las expectativas'. 'Es lo menos patriótico que conozco. Deberían tener algo más de sensatez y unas gotas más de patriotismo', dijo cargando contra el PP.


Zapatero reiteró, con un aluvión de cifras, que el balance de su gestión económica no tiene parangón en los últimos 30 años. Hasta el agujero de la inflación lo llenó con que el dato ponderado de todo 2007 la rebajaría al 2,8%, 'la más baja desde 1999'.


Conclusiones: 'Hemos crecido, repartido y ahorrado'; 'tenemos credibilidad y capacidad de gestión'; 'ha empezado ya el cambio del modelo de crecimiento' y el pleno empleo está al alcance de la mano.

Ahora que, según sus propias palabras, llega 'la hora de la verdad' -la del dictamen de las urnas-, Zapatero puso sobre la mesa otro compromiso electoral, tan preciso como inconcreto: 'Mi posición es no incrementar la energía nuclear, sino reducirla progresivamente en función de la demanda energética global y hacer un gran esfuerzo colectivo por las energías renovables'.

Metido en faena, emplazó al PP a que aclare públicamente si está a favor de la energía nuclear y, en este caso, a que explique 'dónde pondría las nuevas centrales y dónde los residuos'.

También confirmó que hará 'alguna propuesta de modificación del IRPF, en la línea de simplificar y de aliviar las rentas del trabajo'. Pero Zapatero, que en otras ocasiones ha dicho que bajar impuestos es de izquierdas si afecta a las clases menos pudientes, ayer defendió 'el valor de los impuestos en democracia como garantía de cohesión'.

El margen, según fuentes gubernamentales, es reducido y puede llegar por la vía de la deflactación o del mínimo exento, aunque se nota la influencia de Miguel Sebastián para seguir avanzando hacia el tipo único.

Ni hablar de coaliciones

Y, con un desprecio teatral por las encuestas -que no sólo devora sino que interpreta directamente- , lo ya sabido: 'Yo no salgo a empatar, salgo a ganar y a ganar con claridad, con una mayoría más amplia'. Así que nada que hablar de coaliciones, ni grossen -con el PP- ni pequeñas -con los nacionalistas-.

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