La Federación de Consumidores y Usuarios CECU ha publicado este jueves los resultados obtenidos en la Encuesta 'La Sociedad Española y las dietas plant-based', donde se ha destacado que un 80% de la población española da pasos hacia una dieta con menos carne. En este sentido, un 35% afirma que ya ha reducido el consumo, mientras que un 22% lo ha pensado y un 23% podría llegar a planteárselo, siendo la salud una de las principales motivaciones. 

La encuesta que fue realizada durante los meses de abril y mayo  en colaboración con la Mensa Cívica y desarrollada por la organización internacional More in Common, tiene como objetivo "analizar los hábitos y percepciones de la población española en torno a su alimentación y el papel de las dietas plant-based". 

Unas dietas que se centran en el consumo de alimentos de origen vegetal y con una menor cantidad de alimentos de origen animal. Como son por ejemplo las legumbres, que tienen un gran potencial como fuente de proteína frente a la carne.

Según el informe al que ha tenido acceso Público, cada vez son más "las personas que quieren mejorar sus hábitos de consumo", para tener una alimentación más equilibrada. En este sentido, "el perfil de aquellas personas que afirman haber reducido ya el consumo de carne es femenino y más envejecido". 

El 42% de los encuestados ha señalado que "la principal motivación" para la reducción de este consumo ha sido la salud, mientras que un 32% ha escogido "como motivación contaminar menos y proteger al medio ambiente". Algo que evidencia que la ciudadanía es consciente "de la necesidad de avanzar hacia dietas más variadas y equilibradas", con un mayor porcentaje de alimentos de origen vegetal. 

Por otra parte, según la encuesta a la que ha podido acceder este periódico, un 83% de la sociedad afirma seguir una dieta mediterránea, aunque no siempre se identifican correctamente sus características, ya que se ha comprobado que muchas personas "no saben en qué consiste". 

Según señala la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, "la dieta mediterránea tiene como pilar esencial el consumo de legumbres, cereales integrales, verduras, frutas, hortalizas, frutos secos y aceite de oliva, con una presencia ocasional y moderada de productos de origen animal". A pesar de ello, un "45% de la población cree erróneamente que el consumo de carne de cerdo es esencial para seguir esta dieta y un 40% se muestra indeciso cuando se habla de reducir el consumo de carnes y lácteos". 

Asimismo, la mayoría de españoles considera que una dieta basada en un mayor consumo de vegetales es menos contaminante y más económica. "En el caso de las legumbres, el 73% reconoce que son muy saludables" y son "percibidas como el alimento más ajustado en precio y menos contaminante", tal y como avanzó CECU en el informe 'Legumbres en tres claves'. 

Por su parte, el 51% de la población considera que las legumbres son el mejor alimento para "sustituir a la carne como fuente de proteínas". Mientras que la población más joven se muestra convencida de que una dieta con más carne que vegetales tiene más contenido proteico. 

Todos estos datos se contrastan con la realidad, ya que, según el Informe anual de Consumo Alimentario (2024), solo consumimos 3,36 kg de legumbres al año por persona, "quedándonos lejos de las recomendaciones dietéticas de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que aconsejan consumir un mínimo de cuatro raciones semanales de legumbres para seguir una dieta saludable y sostenible". 

Ante estos resultados, la organización de CECU solicita "facilitar el acceso a las legumbres y productos de origen vegetal de proximidad y de temporada en supermercados, comedores escolares, hospitales, residencias y espacios de compra cotidianos".

Por otra parte, el experto en alimentación de CECU, Eduardo Montero, afirma que estos datos demuestran "que la población española desea tener una alimentación saludable pero que, sin embargo, sus decisiones de compra se ven altamente influenciadas por el precio y por afirmaciones erróneas sobre los valores nutricionales de los diferentes alimentos". 

Ante lo que señala que "tanto las administraciones públicas como industria y supermercados tienen que asumir su responsabilidad de hacer que los alimentos más sanos y sostenibles sean los más accesibles para cualquier persona".