Aunque solo hace dos días que el verano entró oficialmente en nuestras vidas, el país lleva semanas soportando una ola de calor que nos tiene a todos temerosos ante cómo van a evolucionar las temperaturas a lo largo de los meses estivales. Precisamente para paliar los estragos de estas altas temperaturas, el pasado 13 de junio, el Ajuntament de Barcelona puso nuevamente al alcance de la ciudadanía los refugios climáticos que se encuentran repartidos por toda la ciudad y que estarán a su disposición hasta el próximo 15 de septiembre. Se trata de un total de 197 equipamientos municipales, entre centros deportivos municipales, bibliotecas, equipamientos de proximidad de barrios y distritos, parques y jardines, escuelas y museos que, pese a mantener sus usos habituales, estos meses podrán usarse como espacios donde refugiarse de las altas temperaturas.

Espacios accesibles y seguros

Los refugios climáticos son espacios seguros y accesibles que cuentan con áreas de descanso y agua, que mantienen una temperatura de consigna de 26ºC y que sobre todo se destinan a personas vulnerables al calor como son los bebés, los mayores de 75 años, los enfermos crónicos y las personas con pocos recursos. No obstante, desde el consistorio barcelonés advierten que los refugios climáticos no son espacios a los que deban acudir aquellas personas que requieran atención médica, quienes deben dirigirse al centro de salud que les corresponda.

En 2020, Barcelona acogía una setentena de refugios climáticos. Dos años después, ya son casi 200. Esto significa que el 95% de los barceloneses disponen de uno a menos de 10 minutos a pie de casa. Aun así, el ayuntamiento continúa trabajando para ampliar el número de equipamientos activados para ofrecer año tras año una cobertura territorial equitativa que garantice que todos los vecinos disponen de refugios climáticos a cinco minutos de casa, priorizando los barrios con menos cobertura y con una población más vulnerable.

Otros servicios y protocolos activados

Al margen de activar la red de espacios de refugio climático, los servicios sociales de la ciudad, con el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB) a la cabeza, ya están preparados para dar respuesta a las situaciones de vulnerabilidad fruto del calor excesivo. Es el caso del Servicio de Teleasistencia Municipal, que llama a sus 90.000 usuarios para ofrecerles consejos y medidas de prevención, y del Servicio de Atención a Domicilio, que hace lo propio con sus 22.000 usuarios.

Los protocolos de prevención prevén asimismo diferentes niveles de peligro en función de las temperaturas, una actuación en el marco de la cual la Agencia de Salud Pública de Barcelona hace el seguimiento de los casos de golpes de calor que puedan darse y el CUESB actúa como referente en caso de que la subida de las temperaturas obligue a elevar la fase preventiva hasta una fase de alerta o de emergencia, que es la situación de máximo riesgo para la población. Así, si se produjera un escenario de alto riesgo, el CUESB prevé trasladar a las personas vulnerables a los refugios climáticos y organizar un equipo en la vía pública para repartir agua y ofrecer información. Un equipo que, en situaciones más extremas, tendría potestad para alertar a los servicios de emergencias médicas.