La asociación por la dignidad de los mayores critica la campaña de Ayuso sobre las residencias: "Les guía el negocio"
La organización considera que los anuncios financiados por la Comunidad de Madrid por casi un millón de euros no se corresponden con la realidad de los mayores, quienes viven en centros que se alejan mucho de ser un "hogar".
María Martínez Collado
Madrid-Actualizado a
La Asociación Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias (PLADIGMARE) ha criticado con dureza los últimos anuncios financiados por la Comunidad de Madrid por casi un millón de euros sobre los centros de mayores bajo la consigna "Mi residencia es mi casa". La organización considera que se trata de una "campaña de propaganda" que no se corresponde con la cruda realidad que han vivido y viven los residentes en su día a día.
"Después de los miles de muertos en residencias de la Comunidad de Madrid durante la pandemia y los 'protocolos de la vergüenza', ¿cómo se atreven?", se preguntan en la plataforma, mientras recuerdan la "terrible" situación de soledad, sufrimiento y abandono que afrontaron los ancianos hospedados en los centros de mayores durante el periodo más duro de la pandemia.
Desde PLADIGMARE exigen, a través de un comunicado, "dignidad y verdad" al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para todas aquellas personas que perdieron su vida por denegarles atención médica: "¿Por qué suprimieron la comisión de investigación que había en la asamblea de la Comunidad de Madrid? Porque no quieren que se sepa la verdad", y reclaman que el Ejecutivo "se siente a escuchar" a los familiares de los residentes.
La asociación asegura que la enorme cantidad de dinero destinado a esta campaña "estaría mucho mejor empleado en paliar algunas de las muchas deficiencias que acumula la gestión de las residencias en Madrid". La triste realidad de los centros de mayores durante la covid se suma a decenas de denuncias sobre el estado de la comida, las instalaciones, el menaje y el personal asistencial disponible para atender a los ancianos. El desbarajuste es tal, que incluso algunas residencias han mantenido en su puesto de trabajo a empleados infectados con sarna a pesar del riesgo que esto supone para los mayores.
La PLADIGMARE lamenta que la dependencia siga siendo la "hermana pobre" de la sanidad y la educación, y llama a Ayuso a "revertir el actual modelo" así como "recuperar la gestión de las residencias cedidas a empresas privadas" para convertir los centros actuales en espacios más cómodos, seguros y con bienestar. "Sin duda es el negocio lo que les guía, no el hacer de la residencia un hogar", reprocha la asociación.
La organización recuerda que muchas familias se ven abocadas a llevar a sus mayores a residencias privadas, donde el coste medio de la plaza 2.200 euros, sin disponer de estos ingresos. Además, cuestiona que "centros mastodónticos con cientos de plazas puedan ofrecer la comodidad de una 'casa'".
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