MADRID.- Los afectados por el cierre inesperado de las clínicas dentales que la cadena Funnydent tiene en la Comunidad de Madrid y en Catalunya, que superan el millar de personas, denuncian que se han quedado "con tratamientos a medio hacer con las consecuencias graves para la salud que esto conlleva".

A través de la plataforma Change.org, donde llevan recogidas más de 1.600 firmas, los afectados han iniciado una campaña en la que, además, piden ayuda al Defensor del Pueblo. "Estos señores han desaparecido de las clínicas de la noche a la mañana y nos han dejado a los pacientes con las bocas medio operadas", señalan los afectados en su petición dirigida al Defensor del Pueblo, al que solicitan su intervención para que el dueño de la cadena, Cristóbal López Vivar, "sea condenado por un delito contra la salud pública".

No ha hecho falta la intervención del Defensor del Pueblo: la Policía ha detenido al responsable de la cadena de clínicas acusado de un delito de estafa tras el cierre inesperado de los nueve centros que dispone en España. Fuentes policiales han informado que ha sido arrestado a las 11:30 horas en la localidad madrileña de Navalcarnero y se encuentra en dependencias policiales del municipio vecinos de Móstoles.

Miles de pacientes y numerosos trabajadores se han visto afectados por el repentino cierre de las clínicas, ubicadas en las localidades madrileñas de Leganés, Móstoles, Alcorcón, Fuenlabrada, Alcobendas, Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares; y en las barceloneses de Sabadell y Mataró.

Funnydent es una marca registrada por el empresario Cristóbal López Vivar, a su vez, administrador único de las sociedades limitadas Madrid Zona Sur, Madrid Zona Norte, Grupo Éxito Dental 2015, Catalunya Dental 2014, Laboratorio Dental Crisan 2014 y Dental Salud 2012. Según figura en la web de las clínicas dentales Funnydent, Éxito Dental 2015 se creó "para dar consistencia a un proyecto de expansión por toda España y con la intención de aportar el empaque y la fortaleza de una sociedad anónima que albergase las bases suficientes para realizarlo".

Entrar a la fuerza

Varios empleados afectados por el cierre inesperado de las clínicas dentales trataron ayer sin éxito de entrar a la fuerza en las oficinas centrales de la empresa, ubicadas en Navalcarnero y hoy cerradas a cal y canto.

En el polígono industrial Alparrache solo puede verse hoy el edificio, una nave de dos plantas, cerrado y sin actividad y dos furgonetas y un camión de pequeño tamaños con los logotipos corporativos. Los desperfectos en los laterales de la puerta principal, cubierta con azulejos negros levantados por completo, fueron causados ayer por varias jóvenes que trataron de entrar a la fuerza.

Según ha explicado un trabajador de una planta cercana, unas chicas que posiblemente fueran "trabajadoras en prácticas" intentaron forzar la entrada y dejaron "tocado" el cierre de aluminio. La llegada de la Guardia Civil evitó que lo consiguieran y un cerrajero arregló en parte el desperfecto.

Un cliente afectado que trabaja en el polígono ha explicado ante la sede de oficinas centrales que el edificio llamaba la atención porque "se construyó muy rápido". Ha relatado que llamaba la atención que un negocio de clínicas dentales fuera capaz de montar una sede "tan grande" con "las ofertas (a los clientes) tan bajas que tenía".

El usuario de la clínica ha asegurado además conocer a trabajadores de la empresa que habían abandonado la empresa a causa de las deudas que tenían Funnydent con ellos "desde hace bastante". La última vez que él fue a la clínica, explica, la plantilla se quejaba de la falta de personal.