La construcción de pisos en el pulmón verde de Badalona pone a los vecinos en pie de guerra

Hace apenas 20 años que Badalona ganó su espacio verde por excelencia. Después de años de expropiaciones y de una fuerte lucha popular, Ca l'Arnús se convertía en un parque público bajo la calificación de parque metropolitano. Ahora, la recuperación económica ha hecho saltar todas las alarmas ya que dos parcelas junto a una de las entradas del parque son de propiedad privada y una promotora prevé construir 55 pisos. Vecinos y entidades ecologistas han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para preservar el espacio verde con el nombre Salvem Ca l'Arnús de la especulación urbanística. Ya han firmado casi tres mil personas.

Alfambra: "Los vecinos no conocen el proyecto, la gente debe poder posicionarse sobre si es una buena idea sacar espacio verde para construir pisos"

"Esto mutilará el parque y mutilará una entrada emblemática como es el paseo de los plataneros", dice Francesc Alfambra, presidente de la Associació Els Verds de Badalona. "Los vecinos no conocen el proyecto, la gente debe poder posicionarse sobre si es una buena idea sacar espacio verde para construir pisos", afirma Serena Spedo, vecina de la zona y miembro del colectivo Més Verd Urbà. Los vecinos recuerdan que cada vez se ha ido perdiendo parte del parque público, ya que hace unos años que se construyó una escuela y ahora también hay unos módulos prefabricados que pertenecen a un instituto. Aunque es una ocupación temporal mientras no llegue el edificio definitivo del centro de secundaria, los barracones se quedarán dentro del parque.

Vecinos y entidades se muestran totalmente contrarios a la construcción de viviendas en estas parcelas que forman parte del parque. Aseguran que el proyecto significará la tala de árboles centenarios y que la actuación prevista "impacta severa y de forma irreversible sobre los valores paisajísticos y el patrimonio cultural del entorno del parque de Ca l'Arnús". Así lo transmitieron en las alegaciones que Els Verds presentaron a la modificación urbanística.

Los colectivos ecologistas y el vecindario reclaman que se expropie o que se haga una permuta de terreno. Desde Els Verds recuerdan que pasó una situación similar en el Turó d'Enric, otro espacio natural de la Serra de Marina donde hay terrenos privados y donde se inició una fuerte movilización ciudadana para detener la construcción de un supermercado. Por último, el proyecto se detuvo.

El proceso se arrastra desde 2009

El parque ocupa unas 11 hectáreas, tres de las cuales pertenecen a Can Solei y ocho a Ca l'Arnús. La ordenación de esta parte del terreno proviene de 2009 cuando se aprobó una modificación del Plan General Metropolitano que permitió al Ayuntamiento de Badalona ocupar el espacio para acceder al parque desde la calle Sant Bru, la antigua Nacional II. En este proceso, se concedieron dos solares a ambos lados de la entrada del parque con derecho edificable. Pero llegó la crisis económica, y esa parcela seguía vacía. Durante bastante tiempo, solo se ha podido ver una casita que pertenece a una inmobiliaria.

Al iniciarse la recuperación económica —previa a la pandemia—, la propiedad manifestó su intención de edificar en la zona. Aunque se debatió con el vecindario, finalmente en el pleno municipal se acabó aprobando otra modificación urbanística. Se podría construir 55 pisos de planta baja más dos pisos. El Ayuntamiento defendía que se ampliaría en casi 900 metros cuadrados la superficie destinada a espacios libres públicos. Un cambio urbanístico que no satisfizo a los colectivos ecologistas.

Ahora, cuatro años después, el proyecto ha pasado ya todos los procesos y ha recibido el visto bueno de la Generalitat. "Es cierto que en el pleno se mejoró el proyecto porque se han concentrado las fincas edificables en la entrada del parque, pero el muro y la puerta forman parte del patrimonio y eso no se puede tocar", lamenta Alfambra.

Discrepancias en el Gobierno municipal

El Gobierno municipal —PSC, Comuns, ERC y Junts— no tiene un posicionamiento conjunto sobre esta problemática. El alcalde de Badalona, Rubén Guijarro, cree que es demasiado tarde para echar atrás un proyecto urbanístico que ya está en marcha desde hace tiempo. Guijarro recuerda que el propietario tiene derecho adquirido. "¿Cuánto costaría expropiar a un privado, 6 o 7 millones de euros?", se pregunta el alcalde asegurando que sería difícil demuestra el interés general por detener el proyecto.

Guijarro: "El Ayuntamiento no puede ir comprando y expropiando cada vez que existe un problema en la ciudad"

El líder socialista cuenta con el apoyo de ERC que cuando se aprobó la última modificación del PGM lideraba la concejalía de urbanismo. "A nadie le gusta perder parte del parque, pero el Ayuntamiento lo que no puede hacer es ir comprando y expropiando cada vez que existe un problema en la ciudad", dice el republicano Àlex Montornès. Los otros dos miembros del gobierno, Comuns y JuntsxCat no son tan contundentes. Dejan la puerta abierta a buscar alternativas, aunque la tramitación del proyecto esté bastante avanzada.

"Creíamos que la política era el arte de cumplir con los sueños colectivos y en cambio se está convirtiendo en gestionar negocios privados", lamenta Francesc Alfambra, de Els Verds. Las entidades no descartan organizar movilizaciones para hacer presión para que el proyecto se detenga. "Queremos convocar una manifestación dentro del parque para mostrar lo que vamos a perder si se construye aquí dentro", anuncia Alejandra Fernández, del colectivo Més Verd Urbà.