"Una transición para alejarse del carbón, el petróleo y el gas". Esto es lo que propone el acuerdo definitivo que ha presentado la presidencia de la Cumbre del clima en Dubái a primera hora de la mañana del miércoles. El Balance Global no incluye de manera explícita el abandono de los combustibles fósiles. 

El texto subraya que limitar el calentamiento global a 1,5°C requiere reducciones "profundas, rápidas y sostenidas" de las emisiones, con una rebaja del 43% para 2030 y del 60% para 2035 respecto a 2019 y ser cero neto emisiones a 2050.

Si es cierto que el acuerdo presentado por la presidencia menciona "acelerar las medidas en esta década crítica". Esto supone un avance, puesto que se reconoce la importancia de este cambio para enfrentar la crisis climática. 

El primer borrador ya levantó indignación

La primera versión del acuerdo no tuvo gran recibimiento ni por las partes implicadas, ni por las organizaciones ambientalistas. En este texto, la presidencia hacía referencia a "reducir" tanto el consumo como la producción de combustibles fósiles, "de manera justa, ordenada y equitativa, a fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas antes de 2050 o en torno a esa fecha, de conformidad con los conocimientos de los científicos".

Al poco tiempo de su publicación, los implicados no dudaron en mostrar su descontento. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, calificó el documento como "claramente insuficiente" y, en algunos aspectos, hasta de "inaceptable". Organizaciones ambientalistas como Greenpeace España o Ecologistas en Acción también denunciaron el texto.

"Este borrador es un absoluto desastre, un insulto a la inteligencia y a los países y personas que ya sufren los impactos del cambio climático: abandonar los combustibles fósiles ya no es opcional", manifestó Greenpeace España a través de su perfil en X (antes Twitter).