Este artículo se publicó hace 2 años.
Los desgarradores testimonios de las familias de los muertos en residencias: "Mi madre se ahogó en su propio vómito"
Ángela Arreba y Enriqueta López son dos de las voces que claman por una Comisión de Verdad que esclarezca la negligencia de más de "35.000 víctimas" en residencias.
Madrid-Actualizado a
Los testimonios de estas dos mujeres, Ángela Arreba y Enriqueta López, que perdieron a sus madres son sobrecogedores y ejemplifican la situación de muchas familias en busca de justicia por la negligencia en las residencias de personas mayores durante la pandemia. "Más de 35.000 personas fallecieron en las residencias y sin embargo no hay ninguna persona declarada responsable por lo sucedido", explica a Público el director de Amnistía Internacional España, Esteban Beltrán.
La madre de Ángela Arreba murió en una residencia en el barrio de Arganzuela, en Madrid, la de Enriqueta López en Barcelona, en la Residencia Bertrán i Oriola.
Esteban Beltrán: "Más de 35.000 personas fallecieron en las residencias y no hay ningún responsable"
Ángela cuenta que poco a poco fue perdiendo la comunicación con su madre, no volvió a verla desde que interrumpieron las visitas y aislaron a todas las personas mayores en el centro. Su madre murió y ella solo recibió las cenizas. "Lo que pensábamos que sería un periodo breve de tiempo se convirtió en una eternidad porque no volvimos a hablar nunca más con ella", matiza a Público. Aún así, lo que más le preocupa es cómo vivió su madre su último mes en la residencia. No sabe realmente lo que ocurrió.
El relato de Enriqueta tiene mucho en común. La comunicación se interrumpió, aunque en su caso la presión que hicieron las familias consiguió que el centro de salud del barrio revisara la situación de la residencia de su madre. "Nos dijeron que cuando entraron el 30 de marzo, aquello era dantesco, que no sabían cómo explicarlo… La gente encerrada en sus habitaciones, no les cambiaban el pañal. Solo les daban una taza de puré a todos, una señora se murió de hambre, de hambre".
Enriqueta López: "Solo les daban una taza de puré a todos, una señora se murió de hambre, de hambre"
No había más que un trabajador para atender a 23 personas dependientes. La madre de una de ellas que, con párkinson, necesitaba mantener una postura que le impidiera atragantarse. Murió ahogada al vomitar la comida que le dieron por no mantener esa posición. "Mi madre murió por una bronca aspiración porque le dieron de cenar o de comer, no lo sabemos y se ahogó en su propio vómito. Tenía que estar inclinada porque tenía disfagia del párkinson."
Enriqueta y Ángela quieren verdad y justicia, sumidas ahora en una incertidumbre en el que desconocen los detalles de las muertes de sus propias madres y en las que pocos se han hecho eco de sus demandas. La tranquilidad llegará para ellas cuando consigan resolver lo qué les pasó y señalar a los responsables de sus muertes.
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