La desprotección, la falta de remuneración y feminización: los grandes retos para reformar el sector de los cuidados
Las fundaciones 'Espacio Público' y '1 de Mayo', con la colaboración de 'Público' y CCOO, han organizado una jornada de reflexión en el CaixaForum de Madrid sobre cómo transformar el modelo de trabajo de los cuidados.
Madrid-Actualizado a
Cuando ocurrió la pandemia de la covid-19, aumentaron las desigualdades de género y sociales en atención a la dependencia. Precisamente esto es lo que ha tratado poner de relieve la jornada del trabajo de los cuidados Cómo transformar un modelo desigual que ha organizado el periódico progresista junto a la Fundación 1 de mayo, Comisiones Obreras (CCOO) y la Fundación Espacio Público. En el encuentro también han participado la directora de Público, Virginia Pérez Alonso, la directora corporativa de este medio, Ana Pardo de Vera, el director general de CCOO, Unai Sordo y el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy.
El encuentro, moderado por Lourdes Lucía Aguirre, vicepresidenta de la Fundación Espacio Público, y Fernando Lezcano, presidente de la Fundación 1 de mayo, ha empezado con la exposición de datos reveladores. Lourdes Lucía ha mencionado un estudio publicado en el Observatorio Social La Caixa a finales 2019, donde se refleja que las tareas domésticas y los trabajos de cuidados representan el 41% del PIB, con un valor estimado en más de 426.000 millones de euros. "Estos trabajos, que lo son, los realizan en su inmensa mayoría mujeres en sus casas, y no gozan, sin embargo, de protección ni reconocimiento social", ha señalado Aguirre.
La vicepresidenta de Espacio Público ha insistido en que "no son trabajos remunerados, y los que están reconocidos sufren de precariedad". Para respaldar esta afirmación, Aguirre ha asegurado que en 2020 en España había unas 100.000 personas dada de alta a la Seguridad Social trabajando como cuidadoras, de las cuales el 90% eran mujeres. "Se estima que hay otras 170.000 cuidadoras de personas mayores en economía sumergida", ha añadido.
El presidente de la Fundación 1 de mayo, Fernando Lezcano, ha continuado el discurso inaugural poniendo el foco en cuatro dimensiones: la cuestión demográfica junto al notable aumento de la esperanza de vida y la necesidad de plantearse los cuidados en futuro, el análisis crítico sobre el estado del bienestar y su funcionalidad, las insuficiencias del sistema, donde la acción política es determinante y la cuestión de género, donde "la división sexual del trabajo es determinante a la hora de cualquier reflexión que podamos hacernos de los cuidados".
Al evento, que ha tenido lugar este 20 de mayo en el CaixaForum (Madrid), han acudido personalidades relevantes en el conocimiento de la organización social y las políticas públicas de los cuidados como la docente del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, Teresa Torns, la catedrática de antropología, Dolors Comas, la secretaría confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, Carolina Vidal y el catedrático de Derecho Constitucional, Octavio Salazar.
"Los cuidados deberían ser la base de nuevos derechos y deberes de ciudadanía universales e individualizados". Con esta frase ha iniciado su ponencia la docente Teresa Torns, quien ha insistido en las desigualdades de clase, etnia y generación en el sector. En el mundo de los cuidados, "el tiempo y el trabajo no está valorado, es invisible, pero no imprescindible", dice la docente. En esta línea, ha puesto el foco en el absentismo masculino "tolerado y bien visto".
Torns ha mencionado los grandes retos del trabajo de los cuidados, entre los que ha destacado los de larga duración, la importancia de regularización en el mercado legislativo, no ignorar ni las desigualdades ni la diversidad, combatir la naturalización del cuidado e incidir en lo que considera "la parte más invisible", los costes físicos, mentales y emocionales.
Para ello, la docente ha planteado propuestas como construir demanda social, reforzar el cumplimiento de las leyes, una tutela pública como realidad obligada, aceptar la existencia de maltrato, incluir el tema en la agenda pública, acuerdos integrales socio sanitarios por territorios y promover soluciones habitacionales diversas.
Reformar el sistema de los cuidados en España
La primera mesa ha tratado sobre el análisis de políticas públicas en el trabajo de los cuidados. Durante la presentación, la directora corporativa de Público, Ana Pardo de Vera, ha señalado la relevancia de este debate, teniendo en cuenta las elecciones europeas.
Un informe coordinado por la catedrática en Antropología Social, Dolors Comas, calcula que de las más de 684.000 personas que se dedican al trabajo de cuidados en España, el 95,5% son mujeres y de estas más de la mitad (el 51,6%) migrantes. La mayoría de ellas trabajan como empleadas del hogar sin contrato y en la economía sumergida.
España, explica el informe, tiene un sistema de atención a la dependencia "frágil, inestable y desigual en su aplicación", además de estar infra financiado, lo que incide en las listas de espera para acceder a los servicios y en una atención insuficiente.
Dolors Comas: "Las ganancias del sector se tienen que reinvertir en el sector, no parar a otros bolsillos"
"Hemos de afrontar una reforma del sistema de cuidados y un elemento central es fortalecer la situación de las personas del cuidado porque está en el núcleo de las deficiencias existentes", ha expresado Comas. La experta ha sostenido que esta reforma del modelo de atención de los cuidados ha de basarse en el enfoque de los derechos humanos. "Las personas mayores y dependientes son totalmente humanas, no la cuarta parte ni la mitad", ha resaltado. Además, Comas ha incidido en el impulso del sector de economía social. Sobre la privatización del sector público, ha declarado que "las ganancias del sector se tienen que reinvertir en el sector, no parar a otros bolsillos".
Carolina Vidal, secretaría confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, ha puesto el foco en los derechos colectivos. "Cuando hablamos de un sistema público, que sea público y de cuidados estamos hablando de transformación social". Para Vidal, romper el techo de cristal "no tiene ningún sentido si para esto necesitamos a mujeres en suelos pegajosos de los que no pueden escapar". Opina que en España "podríamos tener más de un millón de empleos si no estuvieran invisibilizados". Por este motivo, considera que el trabajo de los cuidados debe salir a lo público y profesionalizarse y elaborar un pacto estatal de los cuidados.
En su intervención, el catedrático de Derecho Constitucional, Octavio Salazar, ha advertido que "tenemos un serio problema de construcción de este mundo. Nos convierte a todos en individualistas y narcisistas. Estamos masculinizando más el sistema". Ha explicado que "para que un derecho exista tiene que tener suficientes garantías que pasan por el sustento presupuestario, una serie de elementos normativos que se aprueban después y permiten ejecutar y garantías para reclamar cuando se hayan vulnerado los derechos, suficientes tutelas judiciales".
Las trabajadoras de los cuidados siguen sin reconocimiento
La jornada de reflexión ha puesto a las cuidadoras en el centro con el fin de visibilizar sus historias. Montserrat López, de la Fundación 1 de mayo, ha moderado la segunda mesa donde la Educadora Infantil, Ana Cano, la Auxiliar de Ayuda a Domicilio, Antonia Prieto, la Auxiliar de Geriatría, Paula Sáenz, y la Trabajadora del Hogar, Bessy Lorena Ponce, han contado sus historias desde la experiencia de los cuidados.
La supresión o debilitamiento de los servicios públicos de cuidado durante la pandemia, como la asistencia personal o los centros de día, penalizó de forma rotunda a las personas cuidadas, pero también a sus cuidadoras, que tuvieron que asumir el peso de tal desatención, sin ningún tipo de compensación y sin tomar en consideración sus posibilidades y situación laboral o familiar.
Las trabajadoras de cuidados siguen sufriendo discriminación debido a que siguen sin estar reconocidas en el régimen general de la Seguridad Social que no les reconoce muchos beneficios sociales, como el derecho a desempleo.
Paula Sáenz, auxiliar de Geriatría: "No somos valoradas económicamente ni socialmente"
Una de las reivindicaciones de estas trabajadoras se refiere a la necesidad de medir el valor económico del trabajo de cuidados a través de su cuantificación en tiempo o en dinero. Paula Sáenz, auxiliar de Geriatría, reconoce que las trabajadoras de cuidados "no somos valoradas económicamente ni socialmente". Cuenta, desde su experiencia, que el ritmo de trabajo produce exigencias "y las empresas utilizan esto para manipularte". Lamenta que como esto continúe así, "no va a haber nadie a quien contratar".
Ana Cano, educadora Infantil, ha advertido que el trabajo de los cuidados "no debería ser un negocio". Opina que cuando se abre una escuela para lucrarse de ella, "no estás siendo ético". Bessy Lorena Ponce, trabajadora del hogar, cuenta que se ha sentido esclava en su trabajo: "Mi ropa tenía que estar debajo de la cama, no tenía derecho a ducharme, lo hacía a escondidas porque si no, me gritaban, me insultaban, me decían que en mi país era todo pobreza, que me regresara".
Bustinduy aprobará un nuevo modelo de cuidados
Montserrat López ha cerrado el debate dando paso a la última parte de la jornada de reflexión en la que han participado la directora de Público, Virginia Pérez Alonso, el director general de CCOO, Unai Sordo y el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy.
Durante su intervención, Bustinduy ha afirmado que aprobará próximamente la Estrategia para un nuevo modelo de cuidados en la comunidad, con la que busca continuar sentando las bases de "un nuevo modelo de cuidados de larga duración". También ha asegurado que el objetivo es generar un sistema de cuidados, en especial, a las personas mayores que potencie el trabajo en comunidad, la atención personalizada o los centros de día y limite el peso de unas macrorresidencias "convertidas en un negocio obsceno".
En su turno, Pérez Alonso ha apelado tanto al Gobierno, como a los sindicatos para que "pongan en marcha mecanismos que garanticen servicios públicos de cuidados universales y accesibles para el conjunto de la población" y, por otro lado, que aseguren "empleos dignos y derechos laborales para todas las personas cuidadoras".
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