La Guardia Civil ha detenido a un ingeniero informático de 30 años, de origen jordano y pasaporte español, supuestamente hacía llegar fondos al estado islámico (ISIS siglas en inglés). El arrestado era el titular de varias direcciones de criptomonedas que operaban en tres redes distintas con ramificaciones en varios países. Su finalidad era captar fondos y transmitirlos en favor de Dáesh. 

La actividad que el grupo del detenido llevaba a cabo no pasó por alto para los servicios de seguridad internacionales debido a los grandes movimientos económicos que realizaban. El arresto tuvo lugar en Barcelona, donde el sospechoso viajaba frecuentemente desde Turquía debido a su condición de agente comercial de varias empresas.

Los responsables de las pesquisas le atribuyen un papel de recaudador y facilitador de fondos para la organización, adjudicándole el envío de, al menos, 200.000 euros a Siria y Turquía. La Audiencia Nacional ha ordenado su ingreso en prisión provisional.

La Dirección de la Guardia Civil advierte de que este modo de financiación terrorista mediante criptomonedas se está haciendo muy presente desde la pandemia de covid-19. Aseguran que han aumentado las actividades de investigación sobre este nuevo método de transmisión, con el objetivo de prevenir que la financiación fuese destinada a actividades terroristas. Explican que estos nuevos métodos conocidos como "criptoyihadistas" plenamente especializados complican las investigaciones de los servicios de seguridad.

La red se extiende a otros países como Suecia. La cooperación internacional es clave en estos casos, por ello para esta investigación se ha contado con la ayuda de la DGSI francesa, el FBI estadounidense, la SÄPO sueca y Europol, además del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español.