El profesor de la Universidad de Santiago (UCS) que se ha mostrado en varias ocasiones defensor de la inocencia de los miembros de La Manada fue detenido el pasado miércoles tras protagonizar un incidente en el que acabó agrediendo a dos agentes de la Policía Nacional. Los agentes han causado baja tras las lesiones de Luciano Méndez Naya, profesor de matemáticas en la facultad de Económicas de la UCS.

Este profesor ya fue protagonista de una polémica en 2014. Una alumna denunció que le había dicho en plena clase que su escote no le dejaba concentrase. Este año, se ha situado en el ojo del huracán después de que colgara varios vídeos en las redes sociales denigrando a la víctima de La Manada y pidiendo la absolución para ellos. Incluso fue expedientado por la universidad. 

Agresión a dos agentes

Ahora, una vez, el comportamiento del profesor ha sido muy controvertido tras su encontronazo con dos agentes de Policía. Todo empezó a las 21 horas del miércoles, cuando Méndez Naya se presentaba en las dependencias de la policía para denunciar el robo de su coche. Según su testimonio, la mujer que apunta a ser su compañera sentimental le había sustraído el coche.

Concretamente, contó que se encontraba en las inmediaciones de la comisaria, en la avenida de Rodrigo de Padrón, en la zona monumental de Santiago, y que salió del automóvil para hacer unos recados y al volver vio que la mujer que estaba esperándole dentro se había llevado el coche.

Pero mientras se presentaba la denuncia, la susodicha apareció en comisaria, le entregó las llaves y, asombrada, aseguró que su intención no era robarle el coche sino mover el vehículo porque en esa zona no se puede aparcar por seguridad. Y fue entonces cuando ocurrieron los hechos.

Al recuperar las llaves de su coche el profesor Méndez Naya se dispuso a marcharse pero tuvo problemas para abrir el coche. Un agente se le acercó a ayudarle y el le respondió con rabia para más tarde propinarle un manotazo en la cara. El policía fue apoyado por otro compañero que terminó recibiendo un puñetazo por parte del agresor. 

Otros tres funcionarios, al ver la escena, acudieron a socorrerles e hicieron falta los cinco para reducirle y detenerle. Una vez detenido, apareció una abogada de oficio para estar presente en la declaración policial y el profesor le dijo que "yo soy el que apoya a La Manada, por si no me quieres defender".

Tras pasar la noche en los calabozos, ayer fue conducido al Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago para declarar. Tras dar testimonio ante la juez quedó en libertad, pero investigado por los delitos de atentado contra la autoridad y lesiones.