A partir de este miércoles, la mascarilla dejará de ser obligatoria en interiores en España, salvo algunas excepciones como las residencias de mayores o el transporte público. Una medida que ya se ha adoptado en la mayoría de nuestros vecinos europeos.

Hace prácticamente dos años, más de un centenar de países impusieron el uso obligatorio de mascarilla con el objetivo de frenar la pandemia del coronavirus. Al principio, a toda la sociedad le costó acostumbrarse a esta nueva normalidad, sin embargo, ahora lo que resulta extraño es básicamente lo contrario y surgen los nervios a la víspera de su eliminación. 

Aunque otros países mediterráneos como Grecia aún no prevén quitar su obligatoriedad, gobiernos como los de Alemania, Francia, Bélgica o Inglaterra ya prescindieron de ellas este tiempo atrás. En Italia, según su hoja de ruta de eliminación de las restricciones, se prevé que a partir del 1 de mayo se elimine la obligación de la mascarilla en los lugares cerrados y en Portugal será este viernes cuando se despedirán de ellas. No obstante, los expertos continúan divididos y piden revalorar la situación: el virus sigue circulando y los casos tienden a disminuir, pero muy lentamente.

Europa dice "adiós" a las mascarillas

El primer país del continente en suprimir la obligatoriedad de las mascarillas fue Inglaterra. La región más poblada del Reino Unido las abandonó el pasado 27 de enero. En Escocia, la obligación de llevar mascarilla se levantó este lunes y tampoco es ya forzoso en Irlanda del Norte y Gales, aunque en todas partes se aconseja cubrirse el rostro en algunas situaciones. En Francia, el Gobierno de Macron siguió los pasos de Boris Johnson el pasado 14 de marzo.

Por su parte, Bélgica las eliminó pasado 7 de marzo y los Países Bajos el 23. En Alemania, el uso de la mascarilla en interiores dejó de ser obligatorio a mediados de abril. Mientras, en el conjunto de los países nórdicos desapareció ya en febrero. En Polonia, donde asimismo se levantaron prácticamente todas las restricciones a finales de marzo, se mantiene el uso obligatorio de mascarilla sólo en centros médicos y Austria solo obliga al uso de la mascarilla en transporte público y taxis. En la misma línea, Turquía aplica desde inicios de marzo un relajamiento de las normas anticovid, eliminando su obligatoriedad en espacios abiertos.

Así pues, de alguna u otra manera la mayor parte de la región europea se ha deshecho del uso obligatorio de este medio de prevención que tanto ha servido para contener los contagios durante este periodo. Su desaparición de nuestra cotidianidad es sólo una cuestión de tiempo.