La Fiscalía de Canarias ha denunciado ante los juzgados el naufragio de la patera que se hundió el 21 de junio al sur de Gran Canaria tras diez horas esperando un rescate.

En la tragedia hubo al menos 36 muertos y desaparecidos –39, según Caminando Fronteras– en aguas de responsabilidad española en labores de búsqueda y rescate. El Ministerio Público entiende que se pudo cometer un delito de omisión del deber de socorro.

La fiscal superior de Canarias, María Farnés Martínez, ha confirmado a EFE que el Ministerio Público "hace suya" la denuncia presentada por la ONG Caminando Fronteras, que facilitó a las autoridades españolas la posición que permitió localizar esa neumática, y pide formalmente que se abra una investigación penal sobre lo ocurrido.

El Defensor del Pueblo ya investiga también los hechos de oficio. La denuncia de la Fiscalía no señala, por ahora, a personas u organismos concretos como posibles responsables de la omisión del deber de socorro, pero sí defiende que existen indicios suficientes para abrir una instrucción y practicar pruebas que aclaren qué ocurrió, informa EFE.

El naufragio de la embarcación se produjo 12 horas después de que el colectivo diera aviso de la emergencia tanto a los servicios de rescate españoles como a las autoridades marroquíes.

Un avión de Salvamento Marítimo localizó la patera a 88 millas náuticas (162 kilómetros) de Gran Canaria y a 40 millas (74 kilómetros) de la costa del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos a las 22.30 horas. Sobrevivieron 24 personas, que fueron trasladadas al Sahara por la patrullera Al Mansour, y solo se recuperaron dos cadáveres.

Zona SAR "nuestra"

Se trata de una zona marítima en la que tanto España como Marruecos se atribuyen competencias en materia de búsqueda y rescate de embarcaciones en peligro, una "zona de responsabilidad solapada", según especificó Salvamento Marítimo, que defendió haber cumplido los protocolos internacionales en la materia durante la coordinación del operativo.

Sin embargo, unas conversaciones de radio entre el piloto del avión español y el centro de coordinación de Salvamento en Las Palmas, difundidos por la Cadena Ser, probaron que era evidente la responsabilidad española. "Está dentro de la zona SAR (Search and Rescue —búsqueda y rescate—) nuestra", decía claramente el piloto.

Por este motivo y por la cercanía de la lancha a la costa africana, Marruecos informó de que se hacía cargo de la operación de rescate a las 22.30 horas. Sin embargo, la patrullera de la Marina Real marroquí no llegó hasta el lugar pasadas las 6.00 horas de la mañana. En esos momentos, una embarcación de Salvamento Marítimo, la guardamar Calíope, estaba a tan solo una hora de distancia de la embarcación tras haber realizado otro rescate. No se le pidió que socorriera a la zodiac en peligro y regresó al puerto de Las Palmas.

Durante esa noche, solo un buque mercante permaneció cerca de la embarcación tras ser alertado por Salvamento Marítimo. No hubo o, al menos, no consta más comunicación entre España y Rabat hasta la mañana siguiente, cuando Marruecos solicitó ayuda a los equipos españoles cuando la embarcación había volcado. Un helicóptero de Salvamento Marítimo llegó a la zona pero solo pudo rescatar el cuerpo sin vida de un menor.

"En ese naufragio murieron 39 víctimas, entre ellas un niño de cuatro años cuyo cuerpo se encuentra en la morgue de Las Palmas de Gran Canaria, y que ha sido preidentificado por nuestra organización en colaboración con sus familiares" ,ha recordado este miércoles Caminando Fronteras en un comunicado.

La organización insiste en que ha "constatado y denunciado" la aplicación de "protocolos que podrían presentar negligencias en el respeto que cualquier Estado democrático debe tener hacia el derecho a la vida".

Salvamento Marítimo ha defendido su actuación alegando que la embarcación estaba más próxima a la costa africana, por lo que Marruecos si hizo cargo. Sin embargo, la denuncia de Caminando Fronteras insiste en que estaba más cerca la guardamar Calíope. Salvamento insiste en que la Calíope debía regresar a tierra para que las personas que llevaba a bordo recibieran asistencia y apunta a que su personas nunca supo de una situación de peligro en la patera naufragada.