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Fundación Santander reivindica la memoria de grandes autoras de la literatura española del S.XX

A través de Colección Obra Fundamental y del proyecto audiovisual Cartas Vivas, recupera la obra y el pensamiento de escritoras que han sido olvidadas.

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Fiel a su firme compromiso de acción cultural y de recuperación del patrimonio literario hispánico, Banco Santander apoya desde hace casi tres décadas una labor editorial de enorme calidad y especial relevancia desarrollada a través de la fundación que lleva su nombre. "Intentamos rehacer una parte de la historia de la literatura que había quedado absolutamente orillada", señala Francisco Javier Expósito, responsable de Literatura e Historia de Fundación Banco Santander. Este proyecto rescata a «autores y textos desconocidos u olvidados por razones diversas, a veces políticas o ideológicas, y en ocasiones por formar parte de cánones alternativos que hoy, sin duda, merecen una reconsideración, una puesta a punto desde el mundo de hoy», añade Expósito.

Y precisamente como parte de este objetivo entra en juego la recuperación de la obra y el prestigio de aquellas mujeres que, nacidas entre finales del siglo XIX y principios del XX, no obtuvieron el reconocimiento que merecían o bien han sido olvidadas por razones ajenas a sus méritos y a su relevancia en la historia literaria española y latinoamericana.

Hubo un tiempo nada lejano en que las escritoras tenían que disimular su noble oficio, pues escribir algo más que cartas personales, diarios privados o lánguidos poemas era considerado por la sociedad como algo impropio de una dama. No digamos publicar, razón por la cual la mayoría de ellas recurrían a pseudónimos masculinos cuando sus producciones literarias pasaban a la imprenta y, de ahí, al público. Recordemos los casos de las británicas hermanas Brontë (Charlotte, Emily y Ann), de la francesa Amantine Aurore Dupin (más conocida como George Sand) o de nuestra Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero para el Parnaso).

Gran parte de las mujeres que se dedicaron con enorme talento a la literatura en el siglo XX no alcanzaron la fama y el prestigio que merecían sólo por su condición de féminas. Los prejuicios las relegaban a menudo a la consideración de autores menores y, de este modo, aun cuando en sus vidas lograran cierto reconocimiento, acabaron quedando fuera del canon de sus respectivas épocas. Esto es, olvidadas. O casi.

Precisamente para paliar este olvido, Fundación Santander trabaja desde hace años en la recuperación de estas escritoras mediante nuevas ediciones de sus obras. Para ello cuenta con la Colección Obra Fundamental, que también incluye obras descatalogadas o desconocidas y textos inéditos de escritores (hombres) adscritos a movimientos literarios de cualquier género. Son ya 70 títulos los publicados en esta colección desde 1995, todos ellos en ediciones muy cuidadas, rigurosas y prologadas por expertos.

Además, edita desde 2012 Cuadernos de Obra Fundamental, una serie de volúmenes que contribuyen a la difusión de textos breves que en su momento fueron excluidos de la bibliografía de sus autores y que pueden aportar una visión diferente de ellos y de su tiempo. También en estos cuadernos se pone especial énfasis en el rescate de piezas inéditas u olvidadas de autoras que, si bien se habían ganado por derecho su lugar entre las figuras relevantes de su época, no habían obtenido el mismo reconocimiento que sus pares masculinos.

El elenco de autoras editadas en Obra Fundamental habla por sí solo: Carmen Conde (Levanto mi voz. Radiofonías, 1967-1972); Carmen Laforet y Elena Fortún (De corazón y alma, 1947-1952); Gabriela Mistral y otras autoras (De mujer a mujer. Cartas a Gabriela Mistral desde el exilio, 1942-1956); Ana María Martínez Sagi (La voz sola y Donde viven las almas/Andanzas de la memoria); Clara Campoamor (Del amor y otras pasiones. Artículos literarios); Elisabeth Mulder (Sinfonía en rojo. Prosa y poesía selecta); Victoria Ocampo (Darse. Autobiografía y testimonios); Elena Fortún y Matilde Ras (El camino es nuestro); Rosa Chacel (Astillas. Ensayos y artículos); Ernestina de Champourcin (Poesía esencial); y Mercé Rodoreda (Cuentos completos).

En opinión de Expósito, todas ellas "tuvieron una manera de entender el mundo y escribir sobre él integradora, espiritual y de modernidad y justicia social que ahora mismo resulta muy necesaria".

‘Cartas Vivas: biblioteca audiovisual de la memoria femenina’

Por añadir más fuerza a la reivindicación de la literatura y el pensamiento femenino, Fundación Banco Santander desarrolla desde 2019 el proyecto audiovisual ‘Cartas Vivas’, en colaboración con la Universidad de Exeter y dirigido por Nuria Capdevila-Argüelles, catedrática de esta institución británica. "Una Biblioteca audiovisual online de testimonios": así se describe el proyecto a sí mismo en sus redes sociales.

Voces de la historia, retales de memoria femenina, conocimiento, debate, luces y sombras… ‘Cartas Vivas’ es todo esto y más. Es, sobre todo, la representación de la historia íntima de mujeres que, con su pensamiento, sus obras y sus vicisitudes, contribuyeron a la vida literaria y social del siglo XX en España y Latinoamérica, sin ser siempre suficientemente reconocidas por ello. "Ellas son los grandes fantasmas de la modernidad española», afirma Capdevila, para quien «la sociología de nuestro siglo XX y la historia de la literatura no estarán completas hasta que no hayamos incorporado un saber profundo sobre nuestras modernas".

‘Cartas Vivas’ va creciendo poco a poco y sumando autoras, cartas, clips audiovisuales, representaciones teatrales, con el permanente apoyo de la fundación de la entidad cántabra: Hildegart Rodríguez, Carmen Laforet, Mercedes Pinto, o Carmen Conde son algunos ejemplos.

Aunque hoy las cosas han cambiado y en el mundo literario actual proliferan con paso seguro las autoras, queda mucho por hacer por el reconocimiento de nuestras grandes escritoras y pensadoras, mucha desmemoria que compensar. De ahí el notable ejemplo de Fundación Santander que conviene tener en cuenta, agradecer y emular.

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