El Gobierno vasco asume que las Urgencias extrahospitalarias corren el riesgo de quedarse sin médico
La Consejería de Salud vasca, asumiendo que va a haber Puntos de Atención Continuada atendidos sólo por personal de enfermería, ha hecho llegar a los profesionales una guía sobre cómo proceder en esos casos.
María Martínez Collado
Madrid-Actualizado a
La joya de la corona de la sanidad pública, el Servicio Vasco de Salud, corre el riesgo de perder su lustre. Y es que, a pesar de seguir siendo el territorio que más invierte en este servicio, la herencia de los recortes tras la crisis económica de 2008 y la pandemia han ido haciendo estragos en la Osakidetza. El listón ha caído hasta tal punto que la Consejería de Sanidad ha asumido que habrá algunos centros de Urgencias extrahospitalarias sin médico.
Aunque el departamento no lo ha expresado con estas palabras, es la idea que se puede inferir de su nuevo Plan de Contingencia en los Puntos de Atención Continuada (PAC). En el documento, al que ha tenido acceso Público, la Osakidetza da una serie de indicaciones a los profesionales de enfermería sobre cómo actuar en el caso en el que llegue un paciente y no haya un médico para diagnosticarle y, dado el caso, recetarle un tratamiento.
De esta forma, el Gobierno de Euskadi, en manos del Partido Nacionalista Vasco (PNV), ha dado los primeros pasos hacia la normalización del "modelo puro de enfermería", que ya implantó el Partido Popular en la Comunidad de Madrid hace apenas un año, bajo el mando de Isabel Díaz Ayuso.
Esta idea de medicina sin médico ha conducido a Madrid hacia una saturación de las Urgencias hospitalarias, a las que los enfermos acuden, al ser el único sitio en el que saben al 100% que van a poder ser diagnosticados. Además de un aumento progresivo de la contratación de seguros privados, consecuencia del deterioro de la sanidad pública.
La sociedad civil vasca en su conjunto lleva años movilizándose para tratar de evitar que las intentonas privatizadoras del Gobierno regional progresaran.
En este caso, Osalde y la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) han criticado la entrega de esta guía —que fija los criterios de derivación que deben llevar acabo las enfermeras y a qué centro deben trasladar a cada paciente en base a su gravedad— y han denunciado el tránsito de un sistema de salud universal de calidad, hacia una sanidad mediocre.
Asimismo, las organizaciones han advertido de que el protocolo de actuación no soluciona la falta de médicos en algunos centros y PACs. "Por mucho que se insista en algo que ya conoce de sobra el
personal de enfermería y práctica en el triaje de Urgencias hospitalarias, ésta nueva guía de actuación no aporta nada y no soluciona la falta de contratación de médicos que puede ser causa de derivaciones y demoras que añaden riesgos a determinadas situaciones de especial urgencia y gravedad", insisten.
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