Cargando...

Grecia desaloja el campo de Idomeni con un "número desorbitado de Policías" y "de forma impasible"

Los cooperantes denuncian que en el operativo había una “cantidad enorme” de agentes y que las condiciones de los nuevos campamentos “no son buenas”

Publicidad

Un niño mira a través de la ventana de un tren, durante el desalojo policial del campamento de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia. REUTERS/Yannis Kolesidis

MADRID.- El desalojo del campamento improvisado de Idomeni, en la frontera con Macedonia, donde se encontraban más de 8.400 refugiados, fue ejecutado “con una desorbitada presencia policial y militar” según una de las voluntarias presentes allí, María Pilar Vence. “Los policías y militares expulsaron a la gente del campo sin reparo alguno, no dudaban” y relata que “ha sido desolador al mostrarse las fuerzas de seguridad así de impasibles”.

Publicidad

Algunas personas y familias residentes presentes durante la evacuación, han contado a María Pilar Vence que el desalojo ha sido “completamente pacífico”. Aunque “no tenían opción al no tener capacidad alguna para resistirse” ya que “por cada tienda había cinco o seis policías que informaban a cada ocupante que se tenía que marchar, muchas de ellos con niños pequeños”.

Click to enlarge
A fallback.

Una excavadora arrasa las tiendas de campaña que utilizaban los reisdentes del campo de refugiados de Idiomeni. REUTERS/Yannis Kolesidis

La activista precisa que no tiene conocimiento sobre el desenlace de la gente “que se quedó al final del todo”. Sí ha podido ver cómo se encuentra el “estado de los campos militares nuevos a los que han traído a la gente estos días”. Algunas familias alojadas en estos campos militares le han comunicado que “no hay comida suficiente”. “Una madre nos ha dicho que ella no ha desayunado para darle comida a sus hijos y que sólo hubo agua caliente el primer día”, aclara.

Refugiados sirios junto a un autobúis durante el desaolo policial del campo de Idomeni, en la frontera de Grecia con Macedonia. REUTERS/Yannis Kolesidis

Según han explicado en la zona a María Pilar Vence la situación es indeterminada y “podría prolongarse más de 18 meses” y además “no se podrá solicitar asilo hasta el mes que viene”. Y a ello se suma una situación administrativa que denominan como “cuello de botella”. “Se van a encontrar con una avalancha se encuentran con una avalancha a la que la administración no puede dar respuesta adecuada”, critica. Algo que la voluntaria sospecha que es “provocado por el propio Gobierno griego para atajar momentaneamente la situación”.

Publicidad