Miguel Bosé sigue estando bajo la lupa de Hacienda. Según informa el diario El País, la Agencia Tributaria reclama al cantante 55.350 euros más otros 23.536 euros de sanción "por deducirse indebidamente gastos de sus empresas, que en realidad eran de índole personal" en 2010 y 2011. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha desestimado un recurso de Bosé contra esta multa.

A través de una de sus empresas, Costaguana, Bosé se dedujo el IVA de gastos personales "como la compra de jamones y embutidos, tratamientos de fisioterapia, su entrenador personal, el servicio doméstico o reparaciones en el jardín de su vivienda", así como el renting de su coche, un Audi de alta cilindrada y las reparaciones de un Mercedes y un Toyota, que Hacienda también considera que no son deducibles.

Hacienda entiende que esos gastos son de "índole personal". No así el artista, que decidió recurrir ante los tribunales una sentencia previa del Tribunal Económico Administrativo Regional de Madrid, que le reclamaba a su empresa esas cantidades por el IVA del segundo trimestre de 2010 y el cuarto trimestre de 2011. Bosé alegó que se anulara la inspección de Hacienda "porque no le fue notificado correctamente".

La sentencia del TSJM, sin embargo, recuerda que Bosé tiene, además otros frentes abiertos con Hacienda y menciona que Bosé "participaba en un entramado de empresas radicada en Holanda"  y que también "se descubrieron también importantes entradas y salidas de capital, provenientes de Luxemburgo y con destino a Estados Unidos". 

Los problemas de Bosé con Hacienda no son nuevos: en 2019 salió de la lista de morosos de la que formaba parte al abonar parte de la deuda de 1,8 millones que mantenía con el fisco.