La Junta de Castilla y León se lava las manos sobre el maltrato animal en la granja de cerdos de Burgos

Las imágenes de la granja de Quintanilla del Coco (Burgos), con cerdos desnutridos hacinados en jaulas, paredes sucias, suelos con restos de larvas y gusanos y pienso infectado por heces de ratas, entre otros horrores, han llegado hasta la Junta de Castilla y León, gobernada por PP en coalición con Vox, que tiene competencias exclusivas en materia de agricultura, ganadería y desarrollo rural.

Lejos de pedir responsabilidades ante tamaño escándalo, el Gobierno autonómico presidido por Alfonso Fernández Mañueco se lava las manos. Carlos Fernández Carriedo, portavoz del Ejecutivo, ha asegurado este jueves en la rueda de prensa semanal tras el Consejo de Gobierno que esta explotación "fue objeto de una visita reciente de la Consejería de Agricultura" –en manos de Vox–. "Ayer mismo incluso se volvió a realizar esta visita y no se detectó un elemento que supusiera el inicio de un expediente sancionador de ninguna naturaleza al menos por la visita que realizaron ayer los técnicos y profesionales de la propia Consejería", ha añadido Fernández Carriedo.

Sin embargo, las imágenes difundidas por Público gracias a la investigación del Observatorio de Bienestar Animal (OBA) —antes Equalia ONG— fueron tomadas entre mayo y octubre de este año 2023. La ONG, de hecho, afirma que se trata de uno de los peores casos de maltrato animal revelados hasta la fecha en España. La granja –formada por cinco naves con 5.000 cerdos– pertenece al alcalde del Partido Popular del municipio burgalés de Quintanilla del Coco.

Culpa a "determinadas instancias ideológicas"

Fernández Carriedo, que además de portavoz es consejero de Economía y Hacienda, ha criticado que "desde determinadas instancias ideológicas siempre haya la misma idea de intentar hablar mal de los productos de Castilla y León, mal de la carne de Castilla y León o de la calidad de los productos alimentarios". Con estas palabras, el portavoz elude las responsabilidades del Gobierno autonómico en esta materia.

Además, el portavoz de la Junta ha culpado a "algún ministro" –en referencia a Alberto Garzón– por "decir a la prensa internacional que los productos de España no son productos que ofrezca garantías desde el punto de vista ganadero. Y eso es un error porque al final lo que hace todo el debate es resentir el mercado, y los ganaderos tienen ya muchos problemas para que vean noticias y vean comentarios y vean críticas".

"Hacemos muy flaco favor a un sector muy importante de nuestra comunidad con una vocación exportadora muy relevante", ha concluido Fernández Carriedo.

Vox quiere relajar los controles

Hay que recordar que el consejero de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Gerardo Dueñas (Vox), manifestó en una rueda de prensa el pasado mes de junio que quería relajar los controles sobre la tuberculosis bovina al tiempo que decía que su partido llevan "muy al extremo la salud pública", según recogían con sorpresa diferentes agencias y medios de comunicación.

Estas medidas tomadas desde esta Consejería se basaban en una normativa más laxa, practicando una suerte de negacionismo sanitario. El propio Dueñas se negó entonces a dimitir, a pesar de la petición de los veterinarios y achacaba a "distintas interpretaciones" de la legislación que su intención de relajar los exámenes sobre la salubridad animal fuera intervenida por el Gobierno y rechazado por la Justicia.

Por otra parte, el portavoz de Agricultura del Grupo Parlamentario Socialista, José Luis Cepa, ha respondido este jueves al Gobierno de la Junta: "Quien crea una imagen negativa de la producción agroalimentaria de Castilla y León no son los ministros de España, es la Junta de Castilla y León conociendo y permitiendo estas prácticas".

"El Gobierno de España ha invertido muchos cientos de millones de euros en Castilla y León para paliar el incremento de los costes de producción frente a una Junta de Castilla y León que no ha invertido ni un solo euro", ha añadido Cepa.

"Es triste escuchar al señor Carriedo ante un problema que existe, aunque esperemos que sea puntual, pero que hay que afrontarlo y no echar balones fuera", ha concluido el portavoz socialista.