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Un jurado condena a Tesla a pagar 137 millones de dólares a un extrabajador por racismo

Owen Díaz, de origen afroamericano, trabajó como operador entre 2015 y 2016 en la principal fábrica de la empresa, que por su parte admite que el ambiente en la planta "no era perfecto" pero resta importancia a la sentencia.

Nueva York
Una instalación de Tesla en la ciudad de Nueva York. Shannon Stapleton / REUTERS

Un jurado de San Francisco condenó este pasado lunes a Tesla a pagar casi 137 millones de dólares (unos 118 millones de euros al cambio actual) a un  antiguo empleado de la fábrica de Tesla en Fremont (California, Estados Unidos) por daños y perjuicios tras un caso de racismo, acoso y discriminación. 

Owen Díaz, de origen afroamericano, trabajó como operador de montacargas entre junio de 2015 y julio de 2016 en la planta de Tesla donde fue víctima de insultos racistas y de un ambiente de trabajo hostil, según acredita la sentencia.

Durante el juicio Díaz afirmó que él y otros empleados afroamericanos de la planta, en la que también trabajaba su hijo, eran denigrados constantemente y recibían apodos racistas, además de tener que soportar pintadas insultantes en los baños. Cansado, Díaz dejó su empleo porque ya no podía soportar el acoso , según dijo en el juicio. Pese a las quejas a la dirección, la empresa no intervino para atajar esos desmanes. "La imagen progresista de Tesla era una fachada para ocultar el trato denigrante hacia sus empleados afroamericanos", dice al abogado de Díaz.

El jurado del tribunal federal de San Francisco condenó el lunes a Tesla a pagar a Díaz 130 millones de dólares por daños punitivos y 6,9 millones por angustia emocional.

Tras el veredicto, Tesla publicó un artículo en su blog firmado por la vicepresidenta de recursos humanos, Valerie Capers, en el que, pese a la condena, la directiva resta importancia a las acusaciones aunque admite que el ambiente en la fábrica de Fremont "no era perfecto". Capers admite que otros empleados reconocieron que "oían regularmente insultos racistas". si bien "la mayoría de las veces pensaban que este lenguaje se utilizaba de forma amistosa y normalmente por compañeros de trabajo afroamericanos".

Tesla se ha defendido con firmeza durante el proceso judicial. La empresa recusó el testimonio de un testigo alegando un supuesto sesgo de raza, "deliberadamente discriminatorio". Además, la empresa esgrimió que Díaz no era técnicamente empleado de la empresa, sino subcontratado a través de una agencia de empleo.

La de Owen Díaz no es la primera denuncia que recibe el gigante de la automoción eléctrica: en 2017 al menos cuatro trabajadores de la misma planta,  denunciaron a Tesla por "cultura tóxica". Tres de ellos lo hicieron por la manifiesta hostilidad a los trabajadores negros.

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