Cerca del 80% de la población adulta compra décimos de la Lotería de Navidad todos los años con la esperanza de llevarse algún premio y con el sueño de ganar el Gordo. Las matemáticas juegan en nuestra contra, por lo que llevarse el gran premio navideño es como el famoso cartel publicitario de Nike: 1% de posibilidades, 99% de fe. Aunque en este caso los números son, si cabe, menos esperanzadores. Con un décimo, las posibilidades de ganar el Gordo son del 0,001%, es decir, una entre cien mil.

Para optar a cualquiera de los otros premios, la probabilidad sube hasta el 5%. Por eso, siempre se ha dicho aquello de "cuantos más billetes compres…" y, en este caso, también es cierto. Por cada décimo extra con números diferentes las posibilidades aumentan a 0,002%, y así sucesivamente.

Hay mucha mitología tras los números. Que si los que empiezan en 0 no salen, con números repetidos tocan menos, números bonitos y números feos… la realidad es que entre los dos bombos hay 100.000 bolas de números y 1.807 bolas de premios. Y todos los números tienen exactamente las mismas posibilidades de salir. Todos los números entre 0 y 9 y todas las combinaciones entre 00000 y 99999 tienen la misma probabilidad de ser el Gordo. 

No todo es pesimismo. Que te toque un reintegro sube a un 9,99% de posibilidades por décimo. Y, en el peor de los casos, siempre quedará el sorteo de la Lotería del Niño. No hay que caer en la desesperanza, pero hay que ser realistas.

Como experimento, el youtuber Mr Beast compró billetes de lotería por valor de 1.000.000 de dólares con la esperanza de llevarse el premio más alto, pero ni con esas. Ni siquiera fue capaz de recuperar su inversión con la suma de pequeños premios que sumaban sus billetes, ya que recaudó poco más de 700.000 dólares.