Luis Pineda pide al juez salir en libertad para disolver Ausbanc
“Umbrío por la pena, casi bruno”. Con esta alusión al poeta Miguel Hernández finaliza la carta que dirigió al juez Pedraz desde la prisión de Estremera (Madrid) para solicitarle una entrevista. El presidente de la asociación quiere reducir el embargo de sus bienes y convocar una asamblea. Declarará el día 1 de junio
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MADRID.- Luis Pineda, presidente de Ausbanc, ha dirigido una carta manuscrita al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz en la que pide que una comparecencia para solicitar la reducción del embargo de sus cuentas y bienes, así como de la asociación y con el fin de convocar una asamblea de Ausbanc con el fin de disolverla… cuando esté libre.
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La carta ha sido enviada desde la cárcel de Estremera (Madrid), donde ingresó en prisión preventiva el pasado 16 de abril. El presidente de Ausbanc, “en virtud del principio Iura Novit Curia [el juez conoce el Derecho} y en la seguridad y la profunda y extensa formación de Su Señoría” omite los fundamentos legales de sus pretensiones y solicita una comparecencia ante Pedraz. El juez ha accedido a tomarle declaración el próximo 1 de junio.
“En breve no sólo no cobrarán los trabajadores de la limpieza, contables, administrativos, profesionales diversos… tampoco se podrá pagar el recibo de la luz, el agua…"
Por ello, solicita del juez Pedraz que reconsidere la caución para que el embargo alcance a un máximo de 500.000 euros, que es la suma que calcula debería alcanzar para hacer frente a las posibles responsabilidades del caso Ausbanc-Manos Limpias, donde se investiga una supuesta organización criminal dedicada a extorsionar a bancos y a presentar querellas contra los más renuentes.
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Incluso trata de ablandar al juez Pedraz: “En breve no sólo no cobrarán los trabajadores – de la limpieza, contables, administrativos, profesionales diversos… tampoco se podrá pagar el recibo de la luz, el agua… Se atenta así a su legítimo derecho al cobro por un trabajo honesto y contratado, pero también se anticipa una sentencia absolutamente condenatoria, pese a que la labor policial que sustenta esta Instrucción, de momento, sólo evidencia conversaciones de un abogado que trabaja, y mucho, en pro de una finalidad absolutamente honorable y legal”.