Este artículo se publicó hace 2 años.
Animalistas piden a Europa prohibir las granjas de sangre: yeguas preñadas para aumentar la producción porcina
Organizaciones animalistas han elevado una queja ante la Autoridad de Vigilancia de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) para denunciar la extracción de sangre équida en granjas de Islandia.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
El Eurogroup for Animals, la Animal Welfare Foundation y la Fundación Franz Weber han presentado, junto con otra decena de organizaciones animalistas europeas, una queja formal ante la Autoridad de Vigilancia de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) tras hacerse pública una investigación sobre las granjas de sangre de caballos de Islandia.
En la investigación, que fue recogida en exclusiva por Público, se podría constatar la crudeza de esta industria que recolecta sangre de yeguas preñadas e inmovilizadas en cubículos para extraer la hormona PMSG o gonadotropina coriónica, la cual es vendida a la industria ganadera y utilizada para incrementar el rendimiento reproductivo de los cerdos.
Animal Welfare Foundation entró en un centenar de instalaciones de este tipo en Islandia y constató, con imágenes grabadas de manera clandestina, el maltrato que recibían más de 5.000 yeguas. En las grabaciones se podía ver cómo algunos operarios golpeaban a las potras con palos para introducirlas en los cubículos donde se les extrae la sangre. Para conducirlas al interior, se usaba también a perros que mordían con violencia el rabo de las hembras equinas. Mientras se les extraía la sangre, según se veía en las imágenes, los trabajadores golpeaban a los animales con barras en el lomo, a pesar de que estos estaban indefensos e inmovilizados.
La extracción de sangre de yegua no está prohibida por la legislación islandesa, pero tras esta investigación se abrió un debate político en el seno del país. También Europa está debatiendo sobre ello y actualmente hay una resolución del Parlamento Europeo del pasado 20 de octubre en la que se reclama que la Comisión prohíba esta industria y la importación de la hormona PMSG de países que no sean miembros de la UE, como Argentina o Uruguay, donde las granjas de sangre están extendidas.
Ahora, Eurogrup for Animals y la Animal Welfare Foundation han decidido elevar una nueva queja formal ante la EFTA y alegan que Islandia no está aplicando correctamente su legislación sobre protección de los animales para fines científicos, la cual se basa en buena medida de las directivas europeas. Según las organizaciones animalistas, el país no respeta el principio de las 3R –reemplazo, reducción y refinamiento– que dicta que los experimentos científicos deben ser reemplazados por métodos alternativos que no dependan de animales vivos.
Las organizaciones animalistas consideran que ya existen medicinas sintéticas disponibles en los mercados que producen efectos similares a los de la hormona PMSG extraída de las yeguas preñadas. De hecho, ya hay organizaciones patronales, como la Asociación de Criadores de Cerdos de Suiza, que han anunciado que dejarán de usar sangre de yegua para potenciar el ciclo reproductivo de sus animales de granja.
"La producción de PMSG en Islandia significa maltrato animal sistemático", denuncia a Público Sabrina Gurtner, portavoz de Animal Welfare Foundation y de la Fundación Franz Webber. "A las yeguas se les extraen cinco litros de sangre cada semana durante dos meses. Esto es más de cuatro veces lo que recomendarían las directrices internacionales", agrega, para instar a la Comisión Europea a seguir las indicaciones de la resolución del Europarlamento de prohibir estas prácticas en la UE y la importación de las hormonas.
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