Este mes de octubre se han iniciado las obras de los pisos del ámbito de la prisión de Trinitat Vella, en el distrito de Sant Andreu. Durante esta primera fase del proyecto está previsto que se edifiquen 41 pisos. Dentro de unos meses, se levantará un segundo bloque con 53 pisos más y, una vez que se derribe la prisión barcelonesa, se procederá a completar la segunda parte del primer bloque con 35 viviendas más.

En total, la Trinitat Vella albergará 129 viviendas sociales destinadas a realojar a familias que actualmente viven el entorno en condiciones precarias. Se trata de un cambio que muchas de ellas esperan desde hace más de dos décadas.

Revitalización y dignificación del barrio

Las obras que justo acaban de arrancar en el distrito de Sant Andreu llegan después del acuerdo con la Generalitat en 2021 para reanudar el traslado de las antiguas prisiones de Wad-Ras y la Trinitat Vella -las dos últimas que quedan en la ciudad condal- hacia la Zona Franca.

Cuando se traslade definitivamente el centro penitenciario, algo previsto que pase antes de 2027, en el espacio de 32.560 m2 que ahora ocupa la prisión y en entorno se habrán construido, como decíamos, más de un centenar de viviendas de protección oficial, además de equipamientos para el vecindario, zonas de uso vecinal renovadas y más verde urbano. Todo ello, en pos de la revitalización y dignificación del barrio y de la atracción de nuevas familias que lo dinamicen.