BARCELONA
El modelo Supermanzana Barcelona (Superilla Barcelona) se ha convertido en uno de los temas centrales de la última cumbre mundial de alcaldes C40, celebrada en Buenos Aires entre el 19 y 21 de octubre.
El objetivo del modelo es conseguir un espacio público saludable, con más verde, más justo y seguro y que favorezca las relaciones sociales y la economía de proximidad
En el encuentro, en el que se reunieron más de 100 alcaldes mundiales dispuestos a explicar sus propias experiencias para avanzar hacia ciudades más verdes y habitables, la ciudad condal compartió su modelo Supermanzana, cuya finalidad es que la ciudadanía recupere parte del espacio que actualmente ocupan los vehículos privados.
El objetivo: conseguir un espacio público más saludable, con más verde, más justo y seguro y que favorezca las relaciones sociales y la economía de proximidad.
Referente internacional
El modelo Supermanzana Barcelona, que primero se aplicó en los barrios de Poblenou, Horta o Sant Antoni y, ahora, da un salto de escala y de ritmo, creando una red de ejes verdes y plazas en la trama Cerdà y el distrito de l’Eixample, ha sido reconocido como una experiencia de éxito de transformación de la ciudad y una referencia internacional, al nivel de otras como la 15-Minute City de París, los Low Traffic Neighborhoods de Londres o la Strade Apperte de Milán.
La cumbre mundial de alcaldes también sirvió de marco para conocer otros proyectos de ciudad que han empezado a aplicar el modelo Supermanzana Barcelona después de un trabajo de cooperación técnica entre ayuntamientos.
Más de 250 ciudades y países han solicitado a los servicios técnicos del consistorio barcelonés información detallada del modelo
Y es que, los proyectos surgidos en la capital catalana y que buscan ganar espacio verde y para los peatones, así como potenciar la economía de proximidad y reducir la contaminación y el vehículo privado en pos del transporte público, han servido de inspiración en ciudades como Los Ángeles, donde se ha llevado a cabo el proyecto Park Blocks; Bogotá, con Barrios Vitales; Berlín, con Kiezblocks; Róterdam, con Superbloc Oude Westen, o Viena, con Supergrätzl. Un interés que, en los dos últimos años, han mostrado más de 250 ciudades y países, que han solicitado a los servicios técnicos del consistorio barcelonés información detallada del modelo.
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