Este artículo se publicó hace 4 años.
Módulos prefabricados ante el colapso de los servicios acogida: los refugiados estrenan 'hogar' en Madrid
Estos espacios "permiten dar una solución a una urgencia acuciante, que no hubiera ni una sola persona que tuviera que dormir al raso en Madrid", ha apuntado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Madrid-Actualizado a
Sesenta y seis solicitantes de asilo, la mayoría familias con niños, han estrenado la pasada noche su nuevo 'hogar', los módulos prefabricados que ha levantado en tiempo récord el Ayuntamiento de Madrid en el Ensanche de Vallecas como solución de emergencia ante el colapso en los servicios de acogida.
El objetivo, poner fin a las duras imágenes de familias durmiendo al raso frente al Samur Social en el centro de la capital en los últimos meses.
Proceden de Venezuela, Colombia, Rusia, Ucrania o Georgia y han llegado a este "centro de emergencia temporal" tras acudir a unos servicios sociales saturados y rondar por diferentes pensiones de la capital.
A ellos se unirán en breve otra treintena de refugiados, hasta ocupar las 96 plazas de la primera fase de un proyecto que se prevé que esté concluido a finales de marzo y que acoja a un total de 294 personas.
"Agradecidos, muy agradecidos", así resumen varios de ellos sus primeras sensaciones a los periodistas que acompañan al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en su visita al recinto, inaugurado en un polígono del sur de la ciudad.
Tras unas vallas todavía de obra se levantan los módulos prefabricados: uno destinado a la primera acogida, aunque también hay en él una cocina y un cuarto de juegos, y el resto habilitado como pequeñas viviendas, con varios cuartos con literas y capacidad para entre ocho y diez personas.
Son alojamientos austeros, pero no se escuchan quejas entre los primeros inquilinos tras pasar por diferentes hoteles y pensiones arrastrando maletas y niños.
"Permite dar una solución a una urgencia acuciante, que no hubiera ni una sola persona que tuviera que dormir al raso en Madrid", apunta Martínez-Almeida, quien destaca el esfuerzo "titánico" del Ayuntamiento para hacer viable una inversión de tres millones de euros, urbanizar una parcela de casi 6.000 metros y levantar el recinto en apenas 37 días.
La idea es que los solicitantes de asilo pasen en estos módulos entre quince y treinta días, los necesarios para que el Gobierno central pueda ofrecerles una solución más estable mientras se tramitan sus solicitudes de asilo.
Martínez-Almieda insiste en que el Ayuntamiento lo que ha hecho ha sido asumir una "obligación moral", ya que la competencia es responsabilidad del Ejecutivo, pero se muestra esperanzado y destaca la "nueva etapa de colaboración y diálogo" abierta por el equipo del nuevo ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
"Cuando se tiene que criticar al Gobierno de la nación se le critica, cuando se tiene que decir que el ministro Escrivá esta haciendo un buen trabajo, pues se dice que el ministro Escrivá está colaborando con el Ayuntamiento de Madrid", apunta a los medios.
Estrecha manos, revuelve el pelo de los niños. Todo son sonrisas de agradecimiento en las dos familias que ocupan el módulo que visita el alcalde, donde Juan Esteban, de 9 años y que llegó el pasado noviembre a Madrid desde Colombia, junto a sus padres y su hermano mayor, ya ha colocado en el mueble bajo de la televisión el trofeo conseguido en un torneo de tenis.
Compartirán "casa" temporalmente con una joven pareja venezolana y sus dos niños, de 4 y 6 años. Ahora, finalmente, tienen "tranquilidad", explica la madre a Efe.
Era policía nacional en Venezuela y su marido trabaja en criminalística. Obligados a realizar tareas que no compartían, cogieron a sus dos hijos y huyeron del país. "No se puede imaginar la violencia del Estado contra los funcionarios que no comulgan con sus ideas", explica la mujer.
Ahora toca esperar que sus papeles sean tramitados, un proceso que se alarga ante el crecimiento exponencial de las llegadas en el último año.
En 2019 se batió un nuevo récord con la llegada de 118.000 solicitantes de asilo, más del doble que el año anterior, y resolvió poco más de 60.000 demandas de protección internacional.
Sólo el 5% de ellas recibieron una respuesta positiva, aunque se concedieron 39.776 permisos por razones humanitarias, la vía habilitada hace un año para los venezolanos que no cumplían con los requisitos para recibir protección internacional.
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