Una orden de Meloni puede dejar a una niña que vive en Barcelona sin el apellido de una madre
Elisa y Camilla, madres lesbianas italianas, denuncian que la Fiscalía de Padua las llevará a juicio para eliminar del acta de nacimiento de su hija en común el apellido de la madre no biológica.
Lara Malvesí (EFE)
Barcelona-Actualizado a
Elisa y Camilla, madres lesbianas italianas residentes en Barcelona, han denunciado a EFE que la Fiscalía de Padua las llevará a juicio para eliminar del acta de nacimiento de su hija en común el apellido de la madre no biológica, después de que la ultraderechista primera ministra italiana, Giorgia Meloni, haya dado orden de anular la doble maternidad LGTBI+.
Camilla, cuyo apellido sería borrado del nombre oficial de la pequeña Paola (nombre ficticio por protección de la menor), de tres años, que "ya se reconoce en su nombre completo", cuenta que está viviendo "la peor pesadilla que se puede vivir como madre".
Otras 32 familias de madres lesbianas de Padua se enfrentan al mismo juicio
Son una de las 33 familias de madres homosexuales a las que la Fiscalía de su ciudad de origen llevará a juicio para evitar que sus hijos tengan los apellidos de dos madres.
Italia, sin matrimonio igualitario
Elisa explica que en Italia, donde no se reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, existía un vacío legal respecto de las maternidades homosexuales, si bien los ayuntamientos, los entes con competencia sobre las inscripciones, habían optado por aceptar en el caso de las dos madres lesbianas poner ambos apellidos a sus descendientes.
La llegada al poder de Meloni ha supuesto un punto de inflexión para el retroceso de los derechos LGTBI+ en Italia, pues su Ejecutivo se ha pronunciado en contra de que un niño pueda tener dos madres o dos padres, cuentan.
"En Barcelona, en el colegio hay otros niños de su clase con dos madres o dos padres", dice Camilla
Preguntadas sobre si es posible que exista tanta influencia en Italia del poder ejecutivo sobre el judicial, Elisa responde con un suspiro.
"Esa es una buena pregunta, como también lo es por qué esa obsesión de la ultraderecha con el colectivo, con las feministas, y con una determinada idea de familia", señala.
España, "más abierta" que Italia
Camilla explica que hace dos años decidieron cambiar Italia por España precisamente "para vivir en un lugar más abierto" y criar a su hija en un ambiente donde no se sintiera "diferente".
"En Padua ya fuera en el médico, en el colegio o en un restaurante mismo siempre había preguntas ante nuestra realidad de familia de dos madres", añade.
"Aquí en Barcelona en el colegio hay otros niños de su clase con dos madres y dos padres", señala sobre su nueva vida, que las ha llevado, irónicamente, a vivir en el barrio de Sagrada Familia".
"Me quieren quitar de un día a otro de la vida de mi pequeña"
Sin embargo, ni siquiera el hecho de vivir en otro país les ha eximido de sufrir las nuevas políticas de extrema derecha, que temen, tras el precedente de Padua, que empiecen a afectar al resto de niños del país que son hijos de madres lesbianas.
Elisa precisa que, desde que hace unos días les llegó la noticia, no paran de pensar en las consecuencias que tendrá no solo para ellas, sino especialmente para la niña.
"Si yo soy su única madre, significa que si algo me pasa a mí, la niña pasa a ser huérfana", apunta. "Y si a mí me pasa algo, ella no tendría derecho a mi herencia", añade Camilla, que al ser la madre no biológica tampoco podría viajar ni hacer ningún trámite para su propia hija.
"Me quieren quitar de un día a otro de la vida de mi pequeña. Pretenden que yo pase a no ser nada para ella", relata angustiada Camilla, que recuerda que esta nueva orden afecta a todos los niños nacidos de lesbianas a partir de 2017, por lo que algunos ya tienen casi siete años y son muy conscientes.
Posibles soluciones
Entre las posibilidades de futuro que tienen por delante, más allá de agotar las tres instancias judiciales, hasta la casación italiana, está la de que Camilla adopte a la pequeña.
"Imagínate lo surrealista que vengan extraños a casa a evaluar a una familia que ya existe, con lo oneroso en tiempo, dinero y desgaste emocional para nosotras y la pequeña", se queja.
Otra posibilidad, a largo plazo, es que la niña adquiera con los años la nacionalidad española –para lo que debería renunciar a la italiana– y pueda registrarse con los apellidos de ambas madres, aunque pasaría mucho tiempo, particularmente su minoría de edad, periodo en el que resulta más trascendente para su vida que sus madres puedan tomar decisiones.
Elisa y Camilla, que cantan en el coro Barcelona Rainbow Singers, se muestran agradecidas por el cariño recibido de las asociaciones LGTBI+ tanto en su ciudad de acogida como en Italia, donde ya han creado un chat de Whatsapp de familias afectadas para luchar juntas y que no les quiten la condición de madres de sus propios hijos.
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