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Precariedad Una pareja de ancianos de Murcia vive en un coche desde hace seis meses

Viven con los 600 euros de pensión que cobra el hombre y no les da para tener una vivienda digna, pagar la comida y las facturas. Buscan un alquiler de 300 euros pero no lo encuentran. Aseguran que los servicios sociales de Ayuntamiento no les ayudan en nada. 

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Juan e Isabel, la pareja de ancianos que vive en un coche en una pedanía de Murcia. (Captura de TVE)

madrid, Actualizado:

Juan e Isabel son dos personas mayores —76 y 70 años, respectivamente— que desde hace seis meses viven en un coche en Puente Tocinos, una pedanía de la ciudad de Murcia. Su historia ha saltado a los medios por dramática: no tienen casa y tienen que dormir en un Renault Laguna que van cambiando de estacionamiento para no molestar a los vecinos, según ha revelado el diario La Verdad de Murcia. 

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Ellos afirman sentirse incomprendidos por alguno de esos vecinos ya que sólo aspiran a "un techo" bajo el que poder vivir. Pero a día de hoy no pueden costearse una vivienda: viven con los 600 euros de pensión que cobra Juan y no les da para tener una vivienda digna, pagar la comida y las facturas. Ellos pueden pagar hasta 300 euros por un alquiler, pero a pesar de que buscan aún no han encontrado uno que se ajuste a su presupuesto. Aseguran que los servicios sociales del Ayuntamiento de Murcia no les han prestado la ayuda que necesitan.

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Isabel tiene derecho a una pensión de Argentina, pero según explican para poder cobrarla necesita tener una dirección de domicilio y estar empadronada. Ocurre lo mismo con el médico: tampoco tienen un centro de salud asignado por no tener un domicilio fijo

Su día a día, cuenta La Verdad, es complicado: cuentan que no pasan hambre, pero tienen que levantarse temprano para poder asearse en los cuartos de baño de algún bar y de paso cargar sus teléfonos móviles para poder buscar piso. Así pasan las mañanas. Después de comer, las tardes las dedican a ver la televisión en alguna cafetería o a pasear si el tiempo lo permite. Por la noche regresan al viejo Renault Laguna para dormir como puedan envueltos en varias mantas. 

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No viven en la indigencia, pero casi. Sus pocas pertenencias se limitan una televisión, una freidora, algo de ropa y cubiertos. "Solo pedimos un techo con una habitación, una cocina y un baño", explican al citado medio. 

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