El 27 de mayo, es decir, el próximo martes, Meta comenzará a recoger y utilizar los datos de los usuarios para el entrenamiento su inteligencia artificial (IA), aunque estos tienen todavía la posibilidad de oponerse. Las únicas excepciones a esta nueva medida son los datos de los menores y de los mensajes privados.

En concreto, Meta recopilará los comentarios y las publicaciones compartidos de manera pública por los usuarios adultos en su Facebook e Instagram, pero también las interacciones con Meta AI, que también está disponible en WhatsApp.

Ya en el pasado mes de abril, la compañía tecnológica comenzó a notificar a los usuarios de sus redes sociales en la Unión Europea de que utilizará el contenido compartido de manera pública para entrenar la IA que desarrolla, tras la suspensión de estos planes en verano del año pasado.

Derecho a oponerse

Los usuarios, por su parte, pueden ejercer su derecho a oponerse a esta decisión, para que Meta no utilice sus datos. Deben hacerlo de manera explícita a través de un formulario, en el que de manera opcional también puede explicar los motivos, ya que Meta utiliza el argumento de que el no negarse supone estar de acuerdo.

Sin embargo, quienes no hayan enviado el formulario todavía deben saber que el periodo concedido por Meta termina también este martes 27 de mayo. Después de este plazo, los usuarios seguirán pudiendo oponerse a esta recopilación de datos, pero no tendrá carácter retroactivo, es decir, la información compartida hasta ese momento, sí que podrá haber sido recopilada.

Cómo se puede desactivar esta opción

En su correo informativo, enviado a los usuarios desde mediados de abril, Meta adjuntó el acceso al formulario con el que pueden ejercer su derecho a oponerse. Los formularios están también disponibles en los ajustes del Centro de Privacidad de las cuentas de Facebook e Instagram, como recuerdan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En el caso de WhatsApp, sin embargo, no es posible deshabilitar el asistente Meta AI, por lo que se recomienda no usarlo.

Los pasos a seguir en Instagram para desactivarlo son: entrar a la aplicación en la sección de la cuenta del usuario y pulsar en las tres rayas de la parte superior derecha, donde se abre el apartado de "Configuración y actividad". Unos apartados más abajo se encuentra el de "Más información y ayuda", donde aparece la opción de "Información", sobre la que hay que pulsar y allí, en "Política de privacidad".

Con ello, se abre un texto con información sobre la política de privacidad y se debe clicar donde pone "Tienes derecho a oponerte", con lo que se abrirá dicho formulario en el que se pueden apuntar –de manera opcional– los motivos de la solicitud y enviarlo. Después, el usuario recibirá un correo electrónico con la aceptación.

En el caso de Facebook, por otra parte, se debe acceder a la aplicación y a "Configuración y privacidad", después a "Centro de privacidad" y a "IA generativa en Meta". Allí se debe deslizar hacia abajo, donde se encontrará la opción de "Derecho a oponerte", con lo que se abrirá un formulario a rellenar, parecido al de Instagram.

Preocupación por la privacidad de los usuarios

Meta retomó en abril sus planes originales tras el dictamen emitido en diciembre por el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD), que confirmó que la compañía cumplía con sus obligaciones legales, y a los trabajos hechos desde entonces con la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC).     

Pese a ello, organizaciones de consumidores y de la sociedad civil de Europa han compartido su preocupación por lo que esta decisión puede suponer para la privacidad de los datos de los usuarios, que han trasladado a Meta con peticiones de "cese y desistimiento" de las mencionadas prácticas.

La Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), que forma parte de la organización europea de consumidores (BEUC), ha instado a la compañía tecnológica a "rectificar esta política por considerarla contraria a la normativa sobre protección de datos, competencia y derechos digitales", como recoge en un comunicado enviado a Europa Press.

"Consideramos muy grave esta situación que además podría sentar un precedente para que otras compañías del sector tecnológico actúen de la misma manera", ha expresado la experta en derechos digitales de CECU Anabel Arias.