Este artículo se publicó hace 2 años.
Un policía nacional acepta un año de prisión por agredir al fotoperiodista Jordi Borràs por motivos ideológicos
El agente ha reconocido los hechos, que datan de julio del 2018, en el último acto de conciliación previo al juicio. La condena a prisión ha quedado suspendida —aunque tendrá que indemnizar con 7.000 euros al fotoperiodista— con la condición de que el ins
Madrid-Actualizado a
Un inspector de la Brigada de Información de Barcelona de la Policía Nacional ha aceptado un año de prisión por haber agredido al fotoperiodista Jordi Borràs en julio del 2018 en medio de la calle del barrio Gótico, en Barcelona. Según han confirmado el mismo Borràs y su abogada, Carla Vall, el policía ha admitido la agresión y la motivación ideológica, y tendrá que pagar 7.000 euros al agredido.
La pena de prisión ha quedado suspendida con la condición de que el inspector siga un curso de derechos humanos y de contención de los impulsos violentos. El policía denunció que Borràs lo había agredido inicialmente, pero al final ha retirado la denuncia, que la Fiscalía tampoco se creía.
Este martes estaban citados los dos en el juzgado para un último acto de conciliación antes de llegar a juicio, en el cual la Fiscalía pedía dos años de prisión por el policía por lesiones con la agravante de discriminación por motivos ideológicos. Finalmente, el policía ha aceptado el relato de los hechos del fotógrafo.
El agresor iba armado con una navaja que se le cayó en la fuga, cuando varios vecinos lo intentaron parar
La agresión se produjo el lunes 16 de julio en la calle Curas de Barcelona hacia las ocho de la tarde cuando el fotoperiodista salía de cubrir un acto del Ateneu Barcelonès. Un hombre de unos 40 años identificó a Borràs y se le acercó a gritos de "Viva España" y "Viva Franco" propinándole después varios puñetazos que le dejaron heridas en la cara. Un vecino de la zona intentó inmovilizar al agresor y este se identificó como policía enseñando una placa. El agresor iba armado con una navaja que se le cayó en la fuga, cuando varios vecinos lo intentaron parar para evitar que huyera.
Después se supo que el policía era un inspector de la Brigada Provincial de Información adscrito a la Jefatura Superior de Policía de Catalunya. En concreto, se ha especializado en las oficinas ubicadas en el complejo policial del barrio barcelonés de la Verneda, en el ámbito de información relacionado con el extremismo yihadista. La ideología del agente es clara si nos atendemos a que, como documentó Públic, estaba afiliado a Vox.
Una testigo explicó que el policía dio rodillazos y puñetazos en la cabeza a Borràs
Varios testigos corroboraron en el juzgado la versión del fotoperiodista, y el inspector aceptó la agresión a Borràs pero argumentó que se produjo porque "repelió una agresión anterior" de él. Una testigo presencial explicó en el juzgado que el policía le dio rodillazos en la cabeza a Borràs y le inmovilizó el cráneo con sus piernas mientras le daba puñetazos en la cara. En cambio, no vio a Borràs golpear al policía.
El objetivo: que no vuelva a ejercer
Al salir del juzgado este martes, Borràs se ha mostrado muy feliz por esta "victoria inesperada". Ahora, ha dicho, lucharán para que el condenado no pueda volver a ejercer de policía nunca más. "Un estado democrático no puede aceptar que una persona que agrede a un fotoperiodista por su manera de pensar pueda ejercer de policía. Es inaceptable".
La abogada de Borràs, Carla Vall: "Fue una agresión fascista contra un fotógrafo comprometido"
Su abogada, Carla Vall, ha lamentado los tres años y medio transcurridos desde la agresión y la imputación "injusta" de Borràs. "El derecho de defensa no es atribuir hechos delictivos que no ocurrieron, para simular que fue una pelea, cuando en realidad fue una agresión fascista contra un fotógrafo comprometido", ha relatado.
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