El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido prorrogar un año el decreto de limitación de grupos turísticos en Ciutat Vella a través de un proceso de prórroga que previsiblemente entre en vigor en septiembre y cuya vigencia se alargue hasta septiembre de 2024. El objetivo no es otro que mantener el equilibrio entre la actividad económica y la vida de la ciudadanía que reside en el distrito.

Minimizar el impacto acústico

El texto de la normativa, en vigor desde el pasado marzo, sobre todo sostiene que los grupos turísticos no pueden superar las 20 personas y que no se puede superar el aforo establecido en algunas plazas y calles del distrito, especialmente en lugares con un gran interés turístico y que, en consecuencia, tienen una gran afluencia de personas. Es el caso de la Plaza Sant Jaume, la Plaza Reial, el Fossar de les Moreres, el Paseo del Born, la Plaza de Sant Felip Neri o las fachadas de Santa Maria del Mar y el Palau de la Música, entre otros.

El decreto establece asimismo aforos máximos en los espacios y los monumentos que requieren una explicación in situ, explicación que deberá ser breve en días de mucha afluencia de grupos, y también prohíbe el uso de altavoces para dichas explicaciones, a favor de radioguías que minimicen de paso el impacto acústico de los visitantes.

Sanciones de hasta 3.000 euros

Desde que el pasado mes de marzo el decreto se pusiera en marcha, varias parejas de agentes cívicos recorren las calles de Ciutat Vella para informar a los y las guías sobre el contenido de la norma, así como para comunicar si esta norma se ha incumplido a la Guardia Civil, encargada de expedir las sanciones in situ. Cabe remarcar asimismo que el incumplimiento del decreto se puede sancionar con hasta 1.500 euros y con hasta 3.000 en caso de reincidir.