Este artículo se publicó hace 4 años.
Racismo CatalunyaSOS Racisme alerta del miedo a denunciar casos de racismo y apunta que el estado de alarma aumentará la impunidad
La organización catalana ha recibido 12 denuncias durante el confinamiento, siete relacionadas con policías. Según su informe anual (in) Visibles 2019, el pasado años identificaron 188 casos de racismo, de los que 60 no se han podido denunciar por falta d
Madrid-
SOS Racisme Catalunya ha advertido este martes de que el estado de alarma supone el clima perfecto para el aumento de situaciones y agresiones racistas y que, además, hará que aumente la impunidad, sobre todo en el caso de abusos por parte de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La organización ha presentado en rueda de prensa su informe (in)Visibles 2019, en el que da cuenta de los casos recibidos, investigados y denunciados por su Servicio de Atención Denuncia (SAID) durante el pasado año, un ocasión para subrayar las 12 denuncias que han recibido por abusos o situaciones racistas en las cinco semanas que dura el estado de alarma, de las que siete de ellas están relacionadas con agentes de los cuerpos policiales.
Según ha explicado Karlos Castilla, miembro del Consejo de SOS Racisme, entre estos casos destacan posibles escenarios de discriminación por parte de las fuerzas de seguridad, lo que a su juicio, supondrá un repunte de estas actitudes racistas en el informe de 2020. A lo que añade que, con toda seguridad, será más difícil presentar denuncias, además de por la falta de confianza de las víctimas en el sistema policial y judicial, por la ausencia casi total de testigos de estas situaciones.
"Si en situación de normalidad, la Ley de Seguridad Ciudadana (o mordaza) ya supone, por su margen de discrecionalidad, una fuente para la justificación de abusos policiales a la hora de determinar el incumplimiento de la norma y su sanción, en una situación de emergencia, la discrecionalidad y la impunidad son aún mayores, por la falta de testigos en la calle, por la ampliación de criterios y por la falta habitual de mecanismos de control interno de la tarea", sostiene la organización
Un escenario que, en su opinión, "agrava las vulneraciones de derechos por parte de los cuerpos policiales hacia las personas racializadas y migrantes" que ahora aumentan su presencia en la calle "debido a que desarrollan trabajos esenciales y se ven obligadas a desplazarse a su lugar de trabajo", añade SOS Racisme.
Aumento de denuncias por racismo en 2019
La organización ha destacado que, durante el 2019, atendió a 677 personas que les comunicaron posibles casos de racismo. El equipo pudo confirmar 188 de ellas, pero 60 no pudieron denunciarse, más de un 30%. En 2018 confirmaron 151 casos en Catalunya, de los que se formalizaron 72 denuncias. El aumento, explican, no quiere decir que haya más casos, sino que hay una mayor visibilización, motivada seguramente por el crecimiento de la red de la organización.
Entre las razones por las que la denuncia no se hace efectiva, apuntan a la desconfianza en el sistema y el contexto de vulnerabilidad en que se encuentran los denunciantes, y alertan de que esta "infradenuncia" perpetúa la invisibilización del racismo en la sociedad.
En cuanto a los casos relacionados con agentes policiales, la infradenuncia aumenta hasta el 36%, bien por que los denunciantes se exponen a una contradenuncia de los agentes o bien porque el sistema judicial carece de un reconocimiento institucional del racismo que propicia la indefensión.
De los 128 casos de posibles vulneraciones de los derechos fundamentales por motivación racista que sí han denunciado, 19 de ellos se enmarcan dentro de la tipología de delitos de odio. La gran mayoría responden a casos de discriminación, con 109, lo que supone el 85% de las denuncias ante SOS Racisme.
El racismo entre vecinos
Un 60% de los posibles casos que han llegado hasta los servicios de esta organización proceden de conflictos entre vecinos. En total, han confirmado 31 situaciones de racismo entre vecinos, 20 por parte de trabajadores de servicios de seguridad privada y 18 por agentes policiales, entre otros.
"Las escaleras de vecinos y vecinas se han convertido estos días en un foco de racismo entre particulares. La mayor convivencia hace aflorar actitudes racistas que se traducen en graves vulneraciones de derechos", advierte SOS Racisme.
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