El renovado Gimnàs Social Sant Pau será más abierto al barrio y generará sinergias con 36 pisos de alquiler asequible
Las instalaciones deportivas acogerán actividades accesibles a los no socios y se convertirán en un punto de apoyo vecinal e inclusión para las personas más vulnerables. El proyecto está en marcha desde abril y terminará en el verano de 2026.
Barcelona-Actualizado a
La negociación entre los propietarios del solar ubicado en la Ronda de Sant Pau, número 46, y el Ayuntamiento de Barcelona no fue rápida ni sencilla. Sin embargo, gracias a la presión ejercida por el movimiento vecinal del barrio del Raval y a la intermediación de un inversor privado, la empresa Coyoacan, se llegó a un acuerdo para garantizar la continuidad del histórico Gimnàs Social Sant Pau y para construir 36 pisos de alquiler asequible para personas en situación de vulnerabilidad. Un proyecto que ya está en marcha desde este abril y que está previsto que finalice en el verano de 2026.
Además del gimnasio, en este solar también había una oficina de La Caixa, una tienda de móviles, un supermercado y, en la parte interna, una casa-fábrica. Según la directora de la cooperativa Gimnàs Social Sant Pau, Lara Cáceres, las obras "van a buen ritmo" y se prevé que "la demolición de todo dure cuatro meses".
Una vez el solar esté limpio, comenzará la construcción del edificio que destinará la planta subterránea, la planta a pie de calle y el primer piso al equipamiento deportivo y el resto de las plantas a las viviendas de alquiler social.
Aunque el proyecto esté lejos de ser completado, la fase más complicada ya ha pasado. La compra de la parcela se efectuó en el año 2021 por ocho millones de euros, después de varios intentos de desahuciar el gimnasio. "Había mucha tensión en el barrio. Nos dijeron que teníamos que irnos y todos se volcaron para evitarlo. La propiedad no nos dejaba hacer reformas y estábamos dando un peor servicio a nuestros socios", asegura Cáceres, que añade que vivieron aquella época "con mucha angustia".
El Ayuntamiento de Barcelona se convirtió en el titular del suelo, pero cedió el derecho de superficie a la cooperativa y a la promotora Coyoacan
De esta manera, el Ayuntamiento de Barcelona se convirtió en el titular del suelo, pero cedió el derecho de superficie a la cooperativa y a la promotora Coyoacan. Esta empresa, cuyo administrador es Jaume Roures, será propietaria de los pisos durante 55 años, que es el tiempo que se ha calculado que tardará en recuperar su inversión. Una vez finalice este período, los domicilios pasarán a formar parte del parque de vivienda de titularidad municipal y será el consistorio quien decidirá cómo quiere seguir gestionándolos.
La entidad que tejió la red entre todas las partes implicadas en el acuerdo fue la Fundación Hàbitat3. De hecho, su Director General de Estrategia, Xavier Mauri, afirma que tienen una doble función. Por un lado, garantizar que la construcción de los pisos sea "adecuada a las necesidades de las personas vulnerables". Y, por otro lado, "favorecer la red" y la "gestión y mantenimiento de las viviendas". Su objetivo principal, por tanto, es crear una "comunidad de apoyo vecinal e inclusión en el entorno".
Según explica, las personas que podrán acceder a los pisos no serán aquellas apuntadas en el registro de solicitantes de vivienda social, sino que estarán acompañadas por entidades sociales, deberán demostrar unos ingresos máximos y justificar su situación de vulnerabilidad. El alquiler de los domicilios rondará los 400 euros mensuales y aún está por concretar qué tipo de relación tendrán los vecinos con el Gimnàs Sant Pau, ubicado justo debajo.
¿Cómo será el nuevo Gimnàs Social Sant Pau?
Las nuevas instalaciones serán de lo más completas: contarán con piscina, jacuzzi, sala de actividades dirigidas, un espacio polivalente y una cafetería, además de vestuarios, baños, enfermería y lavandería. "Volveremos a tener saunas, que tuvimos que cerrar porque nuestra salida de emergencia conectaba con el edificio de detrás que estaba en mal estado", explica Cáceres.
El gimnasio contará con piscina, jacuzzi, sala de actividades dirigidas, un espacio polivalente y una cafetería
Y continúa: "Además de las salas de musculación o de bici, queremos tener un gran espacio que se pueda dividir, que sea permeable y que esté abierto al barrio, más allá de los socios. Queremos que haya un ring de boxeo, ya que en el Raval no hay ninguno, y hacer campeonatos donde todos puedan apuntarse". Su voluntad, así pues, es crear comunidad en el barrio, generar sinergias y, si es posible, ceder el espacio a entidades ―como, por ejemplo, esplais― cuando esté cerrado.
En cuanto al servicio de duchas y cambio de ropa para personas sin hogar o sin acceso a agua corriente, ya no estará disponible. "No tiene sentido que un equipamiento de propiedad pública esté cerrado durante tanto tiempo para ofrecer este servicio. Lo que sí seguiremos teniendo, como antes, son los socios de 'cuota cero', que además de hacer deporte, se duchan", añade la directora.
En este sentido, vale la pena destacar que los precios del Gimnàs Social Sant Pau son muy asequibles. De hecho, la tarifa mensual general no supera los 26 euros y hay socios que pueden acceder gratuitamente a las instalaciones, de acuerdo con los criterios de la cooperativa. Cáceres asegura que así se establecen unas "condiciones de igualdad", donde nadie "sabrá si la persona que está en la clase de estiramientos o que se está duchando al lado duerme en la calle o tiene tres coches".
Mientras no finalicen las obras, el gimnasio se ha trasladado temporalmente a la calle Floristes de la Rambla, 10, también en el barrio del Raval.
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